Debate sobre el 40 aniversario de la Carta Magna

Aznar y González piden lealtad y respeto a las reglas para cambiar Constitución

  • El ex presidente socialista apuesta por una reforma de "cabo a rabo"

  • Su antaño rival popular es más cauto y advierte que cualquier reforma tiene "muchísimos más riesgos que ventajas"

Los ex presidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar flanquean a la directora de 'El País', Soledad Gallego-Díaz, durante el debate.

Los ex presidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar flanquean a la directora de 'El País', Soledad Gallego-Díaz, durante el debate. / J. P. Gandul / EFE (Madrid)

Los ex presidentes del Gobierno, Felipe González y José María Aznar, coincidieron este jueves en que la Constitución se puede reformar siempre y cuando se garantice la lealtad, respeto a las normas y objetivo claros con visión de futuro.

Así, el ex presidente socialista se declaró "favorable" a una reforma de "cabo a rabo" de la Carta Magna pero recalcó su "temor" a que, en el momento actual, el nivel del debate es "demasiado a ras del suelo" y cortoplacista como para abordar una reforma que debe tener altura de miras y "mirar el horizonte".

Por su parte, el ex presidente popular se mostró más cauto por considerar que cualquier reforma tiene "muchísimos más riesgos que ventajas" y alertó de que la "exigencia" de lealtad es fundamental para abordar cualquier proceso que en ningún caso "comprende romper las reglas del juego, inventárselas o dar un golpe de Estado".

En el encuentro, organizado por El País y la Cadena Ser con motivo de los 40 años de la Constitución, González y Aznar debatieron sobre su vigencia, la conveniencia o no de reformarla y si este es el momento idóneo para afrontar un reto de tal magnitud.

Ambos también coincidieron en expresar su preocupación por el momento actual que vive España y el reto que plantean los independentistas catalanes.

Así, González aseguró que le preocupa "la fractura interna de Cataluña en la que una parte no se siente representada y la otra parte no lo quiere ver", pero consideró que los dirigentes nacionalistas, con su actitud, están "mas de cerca de perder la autonomía que de ganar la independencia".

El ex presidente socialista remarcó que en este momento "tenemos un problema grave de deslealtad constitucional y estatutaria", un asunto que, en su opinión, habría que resolver antes de plantearse cualquier reforma.

Para Aznar las "reglas, normas y leyes se respetan, lo contrario es la ley de la selva", dijo tras advertir de que los "sentimientos no son generadores de derechos, no les da derecho a dar un golpe de Estado".

González aseguró "no tener ningún temor" de cambios y revisiones "del primer al último artículo de la Constitución", pero recordó que los mecanismos de reforma de la Constitución exigen "consensos para reformarla" y dudó de que en el momento actual "eso sea posible".

No obstante, advirtió, a quienes creen que en la Carta Magna "cabe todo", de que la Constitución es "flexible pero no es de plastilina ni de piedra granítica".

Aznar se mostró sorprendido de que "un país con una historia de éxito quiera poner en peligro los pilares fundamentales su éxito" y aconsejaó que, antes de afrontar cualquier reforma, hay que hacer "una reflexión estratégica de futuro", que dudó  de que se esté produciendo en el momento actual.

En cuanto a la vigencia de la Constitución, el ex presidente del Gobierno aseguró que sigue "activa" y reprochó que los problemas actuales "no son por problemas constitucionales, sino por acción política", como el reto de los independentistas, la crisis económica, de inmigración o del Brexit, "nada tiene que ver con la Constitución".

"El régimen del 78, con sus imperfecciones, ha sido lo mejor que podía pasar a la historia de España", defendió Aznar, mientras González se declaraba "muy orgulloso" de pertenecer al régimen del 78, que se desarrolló en unas "circunstancias extraordinarias y de gran complejidad"

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