Entre leones

Un homenaje a la memoria

  • Con el caso Gürtel, Rajoy sólo se fía de Rajoy. Jordi Sevilla aspiraba a sustituir a Quintás al frente de las Cajas de Ahorros. Zapatero está apesadumbrado por la foto de sus hijas. Bono deja sin votar a Alonso

Rajoy sólo se fía de Rajoy

La trama Gürtel se ha puesto de una manera que el líder del PP, Mariano Rajoy, ha dicho que sólo se fía de Mariano Rajoy (María Dolores de Cospedal dixit). El último informe policial dejó al descubierto que estamos ante un caso de financiación ilegal del PP valenciano, sin ningún género de dudas y con el secretario general de los populares valencianos, Ricardo Costa (Ric para El Bigotes y cía), y el vicepresidente de la Comunidad Valenciana, Vicente Rambla, como actores principales. Pero la mancha parece que se extiende también al Madrid, donde Fudescam, una fundación creada por los populares madrileños para organizar cursos y editar libros, financió a la gente de la lideresa gracias a los desinteresados donativos de empresarios como el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, que donó 246.000 euros del millón recaudado (los chicos de Correa se embolsaron un tercio de esa cantidad). Rajoy comió en secreto en Cuenca con el mismísimo Camps para templar gaitas después de que De Cospedal animara al presidente valenciano a que tomara medidas contundentes (la número dos del partido, que se comió el marrón de la última teoría de la conspiración, no parece muy dispuesta a una segunda ingesta). Para la dirección nacional, Rambla y Costa deberían tener las horas contadas, si Camps no se quiere complicar aún más su deteriorada carrera política. Es de suponer que Rajoy almorzará ahora con Esperanza Aguirre, que pudiera echar balones fuera señalando alguna responsabilidad de Pío García Escudero, actual portavoz del PP en el Senado y ex dirigente de los populares madrileños, en este enojoso asunto.

Patata caliente

Si en Madrid y Valencia están las cosas como están, el Partido Popular se ha quitado de encima en Andalucía una auténtica patata caliente al presentar su dimisión el alcalde de La Línea, el ex gilista Juan Carlos Juárez, que ha sido inhabilitado para cargo público por desobediencia reiterada por la Audiencia de Cádiz. Aunque quiere dejar en la Alcaldía a otro ex gilista para seguir mandando desde alguna de sus residencias habituales, Juárez tendrá ahora que afrontar los numerosos casos judiciales pendientes -alguno, como el de Roseworld, por corrupción- sin el paraguas institucional.

Mijas en Madrid

El pasado miércoles por la tarde, 250 jubilados de Mijas (Málaga) tomaron literalmente el Congreso de los Diputados. Con su alcalde, Antonio Sánchez Pacheco, a la cabeza, los mayores disfrutaron de una intensa jornada en la capital de España, a donde llegaron a primerísima hora de la mañana en AVE procedente de Málaga. Aparte de la Cámara Baja, donde estuvieron atendidos por diputados malagueños del PSOE, visitaron el Museo del Prado y realizaron una visita panorámica por Madrid. Por cierto, el presidente del Congreso, José Bono, no les cedió una sala para reunirse con el vicepresidente tercero del Gobierno y ex presidente de la Junta, Manuel Chaves. Su antecesor en el cargo, Manuel Martín, no era tan estricto y en ocasiones similares no puso ningún tipo de inconveniente. El castellano-manchego o se pasa o no llega.

Sevilla

El ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha declarado recientemente que dejó su escaño porque Zapatero, con quien compartió corriente política y algunos conocimientos básicos de economía por las tardes, no le recibía. Lo que no ha dicho es que aspiraba a suceder a Juan Ramón Quintás, presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros.

Apesadumbrado

Después la polémica suscitada por la foto de su familia con Obama y señora, el presidente del Gobierno parece apesadumbrado por haber expuesto a sus dos hijas, vestidas con un toque gótico, al bombardeo en la red.

Sin multa

El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, y once diputados más del PSOE no pudieron votar en el Pleno del jueves en la Cámara Baja. Cuando llegaron, Bono había ordenado cerrar las puertas del hemiciclo. Alonso y el resto no tendrán que pagar los 600 euros de multa.

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