La consejera de Bienestar Social del Gobierno canario, Inés Rojas, informó ayer en comisión parlamentaria que la comunidad acoge a "más de 1.400" menores inmigrantes en los 30 centros de emergencia distribuidos por el archipiélago, por lo que padecen "una auténtica saturación".

Según Rojas, la situación obligará a instalar carpas y camas "por todos lados", y anunció que el Plan de Integración de Canarias "ha saltado por los aires, por lo que no se está dando el trato que corresponde a los niños inmigrantes". La consejera se refirió a las recomendaciones recogidas en el informe de 2007 del Defensor del Pueblo en materia de inmigración, y señaló que el Ejecutivo autonómico ha valorado "positivamente" dichas recomendaciones, algunas de las cuales ya se han puesto en práctica, por ejemplo, el cierre del centro de inmigrantes del Lomo, en Fuerteventura, así como la mejora de los centros de La Esperanza y Tegueste, ambos en la isla de Tenerife.

Rojas recordó que cuando el Defensor del Pueblo elaboró este informe, y en el que se indicó que la situación en materia de inmigración "había mejorado", "se hablaba de que en Canarias había unos 900 niños, y hoy estamos hablando de una auténtica saturación de los centros de inmigrantes con más de 1.400 menores que cuando llegan a dichos centros, lo primero que hacen es preguntarnos por su documentación". Para solventar este problema respecto a la documentación de los menores es necesario "establecer un protocolo de actuación que permita solventar esta situación". "La discusión que tenemos con el Estado es que hay inmigrantes que son niños y no hay una normativa que aclare esta situación. Como son menores, la tutela corresponde a la comunidad, y cuando pedimos la documentación, nos dicen que no se puede dar porque son inmigrantes, por lo que hay un vacío jurídico". "Yo le diría al Defensor del Pueblo que viniera de nuevo a Canarias para que vea si en realidad este asunto ha mejorado como él recoge en su informe", concluyó.