Según el director del CEO, Gabriel Colomé, la valoración de las personas sobre la situación económica y sobre la política tienen un reflejo en este índice, que era de un -0,97 en el último estudio, realizado el mes de noviembre, y que se sitúa también por debajo de la media que es de un -0,82.

  "Cuando trasladamos los cálculos sobre la posible participación en las elecciones, en estos momentos, el índice indica que el 58,9% de los electores irían a votar el 9 marzo, 18 puntos por debajo de la participación de 2004, en una tendencia de un ciclo participativo bajo", afirmó. 

  Según Colomé, lo lógico sería que los comicios siguieran esta tendencia baja, teniendo en cuenta que en las últimas elecciones autonómicas la participación fue de un 56%, y en las municipales, de un 53%. 

  Para el director del CEO, un 58,9% es una participación "baja" en unas elecciones que auguró que serán "polarizadas" y con "tensión en el sistema", aunque afirmó desconocer si esto movilizará al electorado catalán.  

  Sin embargo, apuntó que los debates televisivos previstos entre los candidatos o la propaganda electoral pueden conllevar un aumento de los votantes en los últimos días de campaña. Añadió que será difícil superar la participación en las elecciones generales de 2004, que fue del 76%.

  "Normalmente, cuando no hay tensión en el sistema, el partido que gobierna gana, normalmente, de manera holgada. Pero nos encontramos en unas elecciones donde no hay esta coyuntura, sino la contraria. Con polarización y tensión, lo normal es que la participación se sitúe alrededor del 70% en toda España", subrayó.

  Según Colomé, las teoría indica que si la participación supera el 70% el PSOE tiene más posibilidad de ganar las elecciones, y una cifra inferior beneficia al PP.

  Ante este escenario, Colomé, que auguró que podría aumentar la abstención, afirmó que "puede pasar cualquier cosa".