Sucesión socialista

Los referentes del PSOE guardan silencio a un mes de elegir al nuevo líder

  • Ni González, ni Solana, ni Zapatero, ni Guerra han mostrado sus cartas ante el Congreso Federal en el que se designará el nuevo líder socialista. Los 'barones' tampoco se han manifestado.

Queda un mes para que el PSOE tenga que elegir a su nuevo líder en el congreso federal de Sevilla y muchos en el partido esperan a conocer la postura de sus grandes referentes antes de decantarse por alguna de las opciones en juego: Alfredo Pérez Rubalcaba o Carme Chacón.

En esta indefinición, el PSOE abre el proceso para designar a los casi mil delegados que acudirán del 3 al 5 de febrero a la capital andaluza para participar en el 38 congreso federal. Muchos militantes están a la espera de escuchar a los grandes líderes del partido para tomar posición, habida cuenta de que ellos son los protagonistas de este primer escalón precongresual al tener que optar por los delegados del cónclave.

Sin embargo, lo tienen difícil quienes desean saber la opinión de sus guías ideológicos antes de tomar una decisión, ya que, hasta el momento, han preferido guardar silencio y no dar ningún titular pesos pesados del calibre de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Javier Solana, Joaquín Almunia o Alfonso Guerra. González estuvo hiperactivo en la campaña electoral, casi a mitin diario. Arropó a Rubalcaba en tres ocasiones (Dos Hermanas, Valencia y Zaragoza) y prometió estar a su lado no sólo en las elecciones, sino también después del 20-N.

"Estoy a tus órdenes, desde antes de y hasta el 20, y después, a tus órdenes para lo que quieras como un militante del partido". Ese fue su firme compromiso el 30 de septiembre pasado, en la apertura de la convención programática del PSOE, frase que luego repitió en campaña.

Pero tras la estrepitosa derrota del 20 de noviembre, González se limitó a decir que Rubalcaba es "muy valioso", aunque no quiso responder a la pregunta de si lo veía como secretario general del partido. Unos días después también fue preguntado sobre Carme Chacón y ahí se explayó un poquito más al dar por bueno que un candidato catalán como la exministra liderara el PSOE. Desde entonces, ni una sola palabra al respecto. Fuera ya de los focos de la Moncloa, José Luis Rodríguez Zapatero ha optado por mantenerse neutral en todo el proceso sucesorio, tras implicarse a favor de Rubalcaba hace unos meses, a la hora de buscar un nuevo cartel electoral para que le sustituyera.

Ahora no desea influir en el nombre de su sucesor y se ha erigido en guardián de la imparcialidad, una doctrina a la que se han sumado muchos miembros más de la saliente Ejecutiva Federal, como el vicesecretario general, José Blanco; el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, y el presidente del partido, Manuel Chaves.

Desde la dirección del grupo parlamentario socialista, provisional hasta el congreso de febrero, tampoco se han oído voces a favor o en contra de nadie, ni de su portavoz, José Antonio Alonso, ni de su secretario general, Eduardo Madina.

Precisamente el nombre de Madina está en la cabeza de muchos como esa tercera vía que algunos esperan, pero él no se cansa de repetir que no tiene ninguna intención de presentarse a esta batalla. Ya sea también por mantenerse neutrales o porque no lo tienen claro, son muchos los destacadísimos dirigentes del PSOE que hasta el momento han guardado silencio sobre sus preferencias.

En este grupo se encuadran Javier Solana, Joaquín Almunia, Alfonso Guerra, María Teresa Fernández de la Vega, Pedro Solbes, José Bono o Jesús Caldera. Algunos sí han hablado del congreso federal, pero en ningún caso para referirse a nombres.

Por ejemplo, Javier Solana pidió a sus compañeros una tregua en Navidad a través de su cuenta personal en Twitter, y en algunas ocasiones ha formulado algún que otro parecer sobre el futuro del PSOE a través de esa misma red social, pero ha mantenido un exquisito silencio sobre sus preferencias.

Guerra y Bono han lanzado algunos ácidos comentarios que en medios periodísticos se han interpretado como críticas veladas a Chacón, pero lo cierto es que ninguno ha dicho claramente a quién escogerían si tuvieran oportunidad.

Tampoco quieren decantarse los barones territoriales, aunque a algunos de ellos se les ha alineado en una u otra candidatura, como por ejemplo al navarro Roberto Jiménez, firmante del manifiesto Mucho PSOE por hacer, que también suscribió Chacón, o al castellanoleonés Oscar López, persona muy cerca a Rubalcaba.

No obstante, cada uno de los dos aspirantes tiene ya sus propias adhesiones. Con Rubalcaba, Elena Valenciano, María González, Juan Moscoso, Jaime Lissavetzky, Rafael Simancas o Diego López Garrido; con Chacón, Miguel Angel Moratinos, Leire Pajín, Francisco Caamaño, Juan Fernando López Aguilar, Cristina Narbona o Josep Borrell.

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