España

Las tropas españolas en Afganistán abandonan la base de Kirguizistán

  • El contingente español se ha replegado a Herat después de frustrarse el acuerdo con las autoridades de la zona.

Las tropas españolas han abandonado la base militar de Manás (Kirguizistán) y se han replegado temporalmente a Herat (Afganistán), ya que al gobierno español "no le interesaba" el rumbo de las negociaciones con el gobierno local para renovar su estancia en el país, según confirmaron fuentes del departamento de Defensa.

El pasado 13 de octubre el gobierno de Kirguizistán obligó al contingente español a marcharse de la zona. Así, Defensa explicó que ya se están buscando y negociando otras alternativas, entre las que destacó la base de Dusanbe, capital de Tayikistán. "Eso no significa que se descarte totalmente la posibilidad de que se vuelva a negociar con Manás. Nunca hemos roto con ellos las negociaciones. Pero lo más importante es que estamos buscando alternativas más interesantes para nuestro despliegue y mejores para el Gobierno español", aclararon. 

Además, explicaron que en el mes de noviembre se producirá el envío de 220 nuevos efectivos de refuerzo, acordados recientemente por el Parlamento. "De momento, no está decidido el momento en el que se tomarán las decisiones a este respecto y hay más de una alternativa", puntualizaron fuentes cercanas a las negociaciones.

La base logística de Manás era empleada por España para realizar escalas en sus viajes a Afganistán. Concretamente, servía de fuente de abastecimiento de material para los contingentes españoles en Afganistán, así como para transportar tropas.

Mientras tanto, los enfrentamientos continúan en Afganistán. Varios milicianos insurgentes y un militar de Estados Unidos han muerto en las últimas horas en los últimos incidentes violentos. En Ghazni, en el centro del país, fuerzas aliadas y afganas desplegaron un importante operativo cuyo objetivo era un mando regional talibán relacionado con varios dirigentes rebeldes y con los milicianos extranjeros que operan en la zona. Varios guerrilleros murieron y otros más fueron arrestados en tres acciones distintas. Por otra parte, un militar estadounidense murió por la explosión de una bomba de carretera registrada el pasado sábado en el sur de Afganistán.

Además, la Policía afgana realizó disparos al aire para dispersar a miles de manifestantes concentrados en la capital, Kabul, para protestar por la profanación de un Corán por parte de las tropas extranjeras. Los convocantes, estudiantes universitarios, sostienen que los militares extranjeros quemaron una copia del libro sagrado musulmán la semana pasada durante una operación en la provincia de Maidan Wardak. Durante la concentración fue quemada una gran efigie del presidente estadounidense, Barack Obama, entre cánticos de "¡Muerte a América!" o "Abajo Israel".

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