Grupo c

0-0: Rumanía y Francia empatan desde los vestuarios

  • Cero ocasiones en un encuentro falto de riesgos que permite a los rumanos pensar en la posibilidad de dinamitar un grupo en el que no se contaba con ellos

Habrá entrenadores que reflexionarán, seguramente con razón, sobre la conveniencia de firmar un empate en el primer encuentro de un torneo tan corto como la Eurocopa. Les responderán que semejante reflexión desliza miras cortas, complejos y una especulación futbolística que suele conducir al fracaso. En realidad, lo que queda de todo esto es que Rumanía y Francia ofrecieron un supuesto espectáculo futbolístico donde el riesgo de dar un mal paso superó con toda claridad a la posibilidad de obtener un botín precioso. De Rumanía era de esperar cierta precaución. De Francia no podía esperarse otra cosa pues así se metió en la final del Mundial de Alemania. ¿Alguien da menos?

Si acaso, Rumanía ofrecía un dibujo diferente, con posibles, de fácil adaptación al entorno. Chivu deja el centro de la defensa y se sitúa de interior izquierdo en una especie de 4-3-3 en el que Nicolita y Mutu se abren para quedar un tanto atrapados. Francia, sin Vieira ni Henry por problemas físicos, apuesta por Benzema, pero éste necesita campo y lo más que ofreció fue transiciones a la medular para que Makelele tuviera a quién pasarle el balón. Con un esquema más habitual, Francia apenas ofrece progresión por las alas y sí la creatividad propia del hormigón. Makelele-Toulalan, como Makelele-Vieira, dan solidez, pero poco fútbol, y en el primer caso menos aún. El fútbol corresponde casi en exclusiva a Ribery, el único capaz de dar un cambio de velocidad.

Será que no es fútbol lo que busca Francia, sino oportunidades. Más firme en defensa de lo que pudiera pensarse con el depauperado Thuram y el triste Sagnol en la banda derecha, Raymond Domenech decidió hace dos años que la cuestión es sobrevivir y la supervivencia no se juega en el primer partido. Si hay un grupo propicio para especular es este grupo C, y si hay un equipo que le saca provecho, ése es Francia.

Tanta precaución y tanta transición lenta ofrecían jugadores estáticos y jugadas largas. Un pestiño, para qué engañarse. No ha sido el primero del torneo ni tampoco será el último, pero sí puede acabar siendo el más pronunciado.

Cero ocasiones claras de gol en noventa y pico minutos dan fe de que la palabra riesgo no existía. Si acaso, queda el rayo de luz que supuso el aumento de la presión por parte de Rumanía tras el descanso, que terminó por convencer a Francia de que el empate no era mala cosa y al espectador de que los rumanos no van a dar ninguna facilidad cuando toda Europa les consideraba la cuarta selección del grupo.

Rumanía, 0: Lobont; Contra, Tamas, Goian, Rat; Cocis (Codrea, 64’), Radoi (Dica, 93’), Chivu; Nicolita, Daniel Niculae, Mutu (Marius Niculae, 78’).

Francia, 0: Coupet; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Ribery, Toulalan, Makelele, Malouda; Anelka (Gomis, 72’), Benzema (Nasri, 77’).

Árbitro: Mejuto González (España). Amonestó a los rumanos Daniel Niculae (27’), Contra (39’), Goian (43’) y al francés Sagnol (51’).

Incidencias: Partido de la primera jornada del C de la Eurocopa disputado en el Letzigrund Stadion de Zúrich ante unos 30.000 espectadores. Presenciaron el encuentro en el palco el presidente de Rumanía, Traian Basescu, y el presidente de la UEFA, el francés Michel Platiní.

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