Feria de Málaga

El Ayuntamiento elimina las casetas de copas de la zona familiar de la Feria

  • El Consistorio, que quiere trasladar el 'botellón' a la portada principal, las ubicará en la calle de la Juventud para reducir la conflictividad en este punto · Las peñas apoyan la medida y los hosteleros no la entienden

La calle de la Juventud del recinto ferial del Cortijo de Torres, lejos de convertirse en un lugar de fiesta para los jóvenes en Feria, supone un gueto dentro del propio Real. La gran presencia policial de cada año, los numerosos cacheos que se realizan y las reyertas que se suelen registrar han provocado que el Ayuntamiento haya decidido reordenar la localización de las casetas. En los últimos años, esta situación ha originado una estampida de jóvenes a las casetas de copas que surgieron como contraoferta al norte de la llamada zona familiar, en las proximidades de la Avenida Ortega y Gasset. Pero el Consistorio quiere reconducir esta tendencia y devolver a los jóvenes a la que entienden que debe ser su calle, considerada por muchos un lugar inseguro.

Para acabar con el gueto que supone la calle de la Juventud, el Consistorio apuesta por buscarle nuevos atractivos que sirvan de reclamo a otro tipo de público. La medida será tan arriesgada como contundente. Por un lado, las licencias de gran parte de las casetas que hasta el año pasado se ubicaban en la calle de la Juventud no han sido renovadas por incumplimientos del bando municipal. La gran novedad será que estos espacios los ocuparán las casetas de copas más populares que habían convertido un reducto de la zona familiar en un nuevo espacio de discotecas.

"De las casetas que había en la calle de la Juventud no van a quedar casi ninguna, sólo las tres políticas, la de Colega (Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de la provincia de Málaga) y Hendrix, una que oferta música heavy metal. El resto serán casetas conocidas de música comercial como Reforma, Andén y Skopas", afirma el director del área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga, Mario Cortés.

Esta iniciativa, abanderada por el delegado de Cultura, Miguel Briones, con quien este periódico ha intentado contactar en los últimos días sin éxito, además de intentar acabar con la conflictividad en la calle de la Juventud, busca terminar con el botellón de la Avenida Ortega y Gasset, así como devolver la tranquilidad a las casetas familiares. "El botellón no se puede prohibir porque en Feria está permitido por la ley el consumo de alcohol en la vía pública, pero esta reestructuración puede servir para trasladarlo de sitio", añade Cortés.

La concentración de ciudadanos bebiendo en la Avenida Ortega y Gasset generaba problemas puntuales cuando algún servicio de emergencia necesitaba pasar. Por ello, además de para alejar a los jóvenes de la zona familiar, el Ayuntamiento prefiere que el botellón se realice en los aledaños de la portada principal, la de Tabacalera, según mantienen las fuentes consultadas. Este espacio, además, contará este año con otras novedades. Así, entre la citada portada y la calle de la Juventud, se creará un nuevo lugar de copas que se denominará Plaza de la Juventud, donde se instalarán ocho jaimas, en algunos casos también concedidas a algunas de las casetas de copas más populares en los últimos años, como puede ser Sancha 21 o Los Limones, que se quedan sin caseta.

Los huecos que quedan libres en la zona familiar los ocuparán la Caseta Municipal Infantil, que se traslada de sitio; una de nueva creación, de Coros de Málaga; y otros colectivos. La primera suma ocho módulos y la segunda, dos. La medida es aplaudida por la Federación de Peñas, que entiende que "cada cosa debe estar en su sitio". "Tiene que haber discotecas, pero sin que interfieran en la vida de una caseta familiar, el sonido es insoportable", asegura el presidente de los peñistas, Jesús González. La medida, sin embargo, no ha sido recibida con agrado entre el sector de los hosteleros de la noche, que en muchos casos son los gestores de las casetas a través de subarrendamiento, aunque se trate de una práctica ilegal. "Estamos sorprendidos y no lo entendemos", señalan. Pero así será, adolescentes y treintañeros convivirán esta Feria en el mismo espacio con la misma música, en una renovada calle de la Juventud.

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