3º festejo del abono del ciclo ferial

Y se abrió la Puerta Grande

  • Tras el fiasco de la suspensión del sábado, Diego Ventura triunfó en la corrida de rejones y Rui Fernandes cortó una oreja, aunque pudieron darse más trofeos · Los toros de Benítez Cubero pecaron de mansos

GANADERÍA: Se lidiaron toros de Benítez Cubero, cuya presentación fuede los 660 kilos del toro que abrió plaza, a los 510 del corrido en quinto lugar. Corrida que en líneas generales se paró pronto y mansurroneó. El quinto fue aplaudido en el arrastre y junto con el cuarto, que fue a más, constituyeron los más aptos para la lidia del hierro de Los Ojuelos. REJOENADORES: Como es tradicional en los cavaleiros portugueses, Rui Fernandes vistió a la federica. En el paseo montó a Malibú. Un rejón trasero y atravesado (palmas). Rejón de muerte efectivo (una oreja). Diego Ventura, vestido de corto, montó en el paseo a "Demonio". Un rejón caído y atravesado, un descabello (petición de oreja). Rejonazo perpendicular en dos tiempos (dos orejas). Salió por la Puerta Grande. Leonardo Hernández hizo el paseo con Charope y vistió, lógicamente, de corto. Rejonazo corto, trasero y atravesado, un descabello (silencio). El público se enfrió porque el toro tardó en doblar y no hubo petición de oreja, pese a la magnífica actuación del joven rejoneador. Un pinchazo, medio rejón trasero y tendido (ovación). Incidencias: Esta vez, por fortuna, la tercera del abono duró dos horas justas. La Malagueta vio cubiertos tres cuartos de su aforo y durante la tarde de temperatura agradable, corrió una ligera brisa.

Después del fiasco que supuso la suspensión de la corrida de toros del sábado, el público acudió en buena medida al reclamo del cartel de rejones que en nuestra plaza tiene mucho tirón.

Encabezaba la terna el portugués Rui Fernandes cuya actuación no puede considerarse brillante, pese a que fue premiado con la oreja del segundo de su lote. En el toro que abría plaza, un animal acochinado, al que le costaba trabajo desplazar -660 kilos- su media tonelada larga, el cavaleiro se equivocó entrando muy de cerca de un toro parado en exceso, con lo cual clavó generalmente a la grupa.

Mediado el festejo los rejoneadores entendieron con buen criterio que habida cuenta de las condiciones de las reses, bastaba y sobraba con un solo rejón de castigo.

El diestro portugués montó de salida a Lince y luego con Único, un bayo careto cordón corrido, tuvo que llegarle mucho para clavar banderillas. Con Osuno logró clavar un hierro de ejecución más limpia y sobre Méxica dejó tres manojos de rosas grandes como ellos solos, siempre a la grupa. El cuarto, al que recibió en un simulacro de portagayola, fue la res más en tipo de toda la corrida. Sobre Vivaldi el cavaleiro entró muy de largo, se paró en los medios y allí quebró y clavó con limpieza. Suerte que intentó de nuevo aunque esta vez fallara en su propósito. De nuevo sobre Ribatejo quebró en los medios y sobre Quiebro protagonizó un carrusel con las cortas. El toro fue a más.

El segundo de la tarde, largo, con romana, tenía la cara lavada y Diego Ventura lo fijó en los medios toreando magníficamente sobre el pitón izquierdo. El toro buscó las tablas de donde tuvo que sacarlo el jinete, caballero sobre Revuelo para clavar banderillas llegándole muy de cerca con oficio porque el toro manseaba. Sobre Ginés clavó espectacular y con Califa se adornó con las cortas y remató con el teléfono. La faena al quinto de la tarde la comenzó sobre Triana frente a un toro que tuvo la misma salida que sus hermanos. Jinete en Nazarí clavó con limpieza y se llevó la embestida prendida en los cuartos traseros del castaño, entre ovaciones. Entre lo mejor de su actuación, hay que recordar un hierro que quebró sobre Distinto, suerte que repitió con brillo y exposición casi en las tablas. El toro muy bien lidiado, estaba dando un estupendo juego. Faena rematada con el carrusel de las rosas y una banderilla corta más, dejando sueltas las riendas de Califa.

Si la corrida tuvo como nota general la falta de casta, Achuchado, tercero de la tarde, fue de los toros que más destacaron es este negativo aspecto. Leonardo Hernández fijó a la res con la bandera del rejón para entrar luego de largo y clavar trasero. Quebró y clavó con gran limpieza sobre Verdi y repitió la suerte con el mismo brillo. El toro se había rajado definitivamente, pero el jinete acertó con los terrenos que la res pedía en todo momento. A reseñar una banderilla de extraordinaria ejecución y otra más jinete sobre Quieto clavado al estribo. Leonardo Hernández se inventó prácticamente la embestida de este toro correctamente lidiado, a lo largo de una faena que remató con tres banderillas cortas puestas al violín. Volvió a subir la romana en el toro que cerraba plaza, que de nuevo se paró en demasía. Sobre Amatista clavó con buena factura preparando la suerte con oficio y ejecutando con limpieza. De nuevo las cortas sobre Charope pusieron fin a la lidia del sexto y a esta función, en la que presenciamos cosas sueltas de interés y que tuvo la virtud de durar lo justo.

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