El Real del Cortijo de Torres se vistió ayer de largo. El alumbrado del recinto marcó el inicio de una tradición festiva que cada año atrae a más seguidores. En unos instantes, la noche cayó bajo el dominio de las miles de bombillas que iluminarán el recinto hasta el próximo domingo, 24 de agosto. La puerta principal del Real fue testigo, como cada año, del milagro por el que con un simple movimiento de mano, la luz y los colores cobran vida en el que será el lugar de encuentro y diversión para multitud de personas, los próximos ocho días que restan de fiesta.

A las 21:30 de ayer, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ejecutó la puesta en marcha del alumbrado el recinto destinado para la diversión. Acompañado de su comitiva, el edil, ayudado por un niño, iluminó el recinto. En total, la Feria de Málaga ha puesto al servicio de los noctámbulos un millón de puntos de luz, 200.000 bombillas menos que el año pasado, por lo que este año habrá un ahorro del consumo del 13%.

El montaje creado para este año propicia nuevos diseños de alumbrado en el Cortijo de Torres como el encaje de vestidos de gitana, farolillos de feria, una composición en alusión a Andalucía y figuras geométricas, entre muchos otros elementos. Otras de las infraestructuras luminosas que destacan este año son los 540 proyectores de luz que se han instalado en los diferentes aparcamientos y accesos al Recinto Ferial.

Pero ésta no es la única iluminación con la que cuenta el recinto. La diversidad de casetas que se localizan en el real también ponen su toque de iluminación. Junto a ellas también se pueden localizar las tómbolas, los diversos puestos de entretenimiento y, como no, la infinidad de carricoches distribuidos por el recinto, se suman como elementos de iluminación de Cortijo de Torres.

Ayer, la luz no sucumbió a la noche. Una infinidad de colores iluminarán la Feria de Málaga hasta que el próximo domingo los fuegos artificiales indiquen que la fiesta ha llegado a su fin.