Juan Francisco Rueda es crítico de arte, profesor universitario y comisario de exposiciones. Por ello, el punto de vista que ofrece es de una indudable categoría profesional, teñido de un criterio propio.

Por la Feria de Málaga han pasado multitud de carteles, todos muy distintos, algunos sencillos y otros peculiares. Tanto es así que Rueda no se puede decantar por uno sólo, sino que duda entre varias opciones. "Los carteles de los años 20 e incluso de los 30 me atraen bastante" comentó Rueda; "son en cierto modo, herederos de la tradición malagueña de la xilografía. Esa morfología de carteles de tinta plana, de raíz modernista y que rememora los tipos populares que estaban de moda en el siglo XIX, me parece que se retrata muy bien".

Pero la elección de los carteles no queda aquí. Otro de los carteles por los que se decantó fue el retratado por Chicano en 1987. "Es una manera muy sincrética de traer a la acción varias insignias de la ciudad, ya que se conmemora la toma por Castilla y Aragón, juega con la imagen del gusto de Picasso y hace un guiño al maestro, al malagueño universal".

Entre tanto indagar en las representaciones de la Feria de Málaga, llegamos al momento que estábamos esperando. Rueda elige el definitivo, un cartel realizado por Juan Béjar y publicado en 1991. Este artista, que nació en Málaga en 1946, es uno de los pintores más destacados y distinguidos de los que surgieron durante los años 70. Amante de la figuración, su pintura se basa en la búsqueda de la figura como emoción estética.

"Es un cartel puramente ortodoxo, parece que tiene mucho de diseño gráfico, es muy original la manera que tiene de reunir y reordenar algunos de los iconos de la ciudad y también ayuda a esa idea de Málaga como festejo o Feria. Decir que es un cartel surrealista no sería correcto, pero sí tiene un tinte surrealizante. " El cartel se caracteriza por los encuentros fortuitos de los elementos o la pérdida de la lógica y del orden" apunta Rueda, quien añade: "es un ejercicio interesante".

Por otro lado, la cartelería de Málaga no sólo está compuesta de buenas elecciones. Se han utilizado técnicas que desmejoran la calidad de los carteles como el empleo de la fotografía. "Los carteles con foto no me gustan nada, me parecen inapropiados. También me llama mucho la atención cómo se ha introducido la pintura en los últimos años, ya que la pintura es una disciplina y el cartel es otra, el cartel tiene una función que la pintura no tiene".