Festival de Málaga. Cine en Español

El peruano Antolín Prieto concursa en Málaga con su ópera prima, 'Los helechos'

  • La película abraza el género documental y la improvisación para contar la historia de dos parejas que buscan huir de la rutina

La actriz Nuria Frigola posa tras presentar 'Los helechos'.

La actriz Nuria Frigola posa tras presentar 'Los helechos'. / Álvaro Cabrera / Efe (Málaga)

Antolín Prieto ha presentado este viernes en el Festival de Málaga. Cine en español su ópera prima, Los helechos, una comedia con tintes dramáticos basada en la improvisación. La actriz Nuria Frigola ha acompañado al realizador en la puesta de largo de la película.

El filme cuenta la historia de dos parejas que busca huir de su rutina durante un fin de semana escapando a una finca regentada por hippies. Esa pequeña convivencia hace que afloren conflictos que se convierten en crisis de cada una de las parejas, que inicialmente se disipa gracias a la complicidad de las dos personajes femeninas pero que termina erradicando en una decisión sobre su futuro.

La película está concebida desde el punto de vista de "la naturalidad y la improvisación", es por ello que el trabajo previo a la grabación tuvo gran peso en el resultado final. "Ensayamos mucho antes las improvisaciones con otros personajes para que los actores se conocieran y se entendiera. El encargado de sonido sufría porque cualquier podía hablar en cualquier momento y había que estar preparado para ello luego en la película", ha apuntado Prieto.

El realizador peruano Antolín Prieto. El realizador peruano Antolín Prieto.

El realizador peruano Antolín Prieto. / Álvaro Cabrera / Efe (Málaga)

Frigola ha explicado que el modelo de producción del filme ha sido "cooperativo" y que todo partió, según ha apuntado Prieto, de tener "actores y tiempo", lo que utilizaron para buscar la historia. "El rodaje tuvo que ser de ocho días y los hicimos entre amigos. De partida no teníamos presupuesto, que solo llegó después para la posproducción", ha dicho la actriz.

El director ha querido implementar su modo de trabajo anterior, todo él en documentales, algo que marcó la elecciones planos fijos "para no ser un intruso" con la cámara. "El hecho de tener pocas jornadas de grabación convertía el tener pocos planos en un elemento formal que ayudaba. La cámara es un amigo más que permite ser un espectador privilegiado de las escenas", ha señalado.

Una particularidad del rodaje es que existía una escaleta que los actores desconocían y en la que "apenas existía marcación" por parte del director, dejando en manos de la improvisación de los protagonistas el resultado. "Los personajes era muy naturalistas y los íbamos creando durante las escenas. Íbamos amarrando datos y con eso se jugaba a partir de ahora. La hippie lo era cada vez más por eso mismo", ha explicado Frigola. "No había personajes construidos, solo algunas pinceladas de alguno de ellos. Conforme grabamos la película se convirtieron en más complejos", ha apuntado el director.

El punto de partida de los personajes fueron "pequeños problemas" con los que Frigola pensaba que "iban a surgir cosas", aunque la actriz ha asegurado que le "sorprendió" cómo los fragmentos dialogan entre sí una vez que ha visto el montaje definitivo.

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