El Festival de Cine de Málaga, que se celebra del 13 al 22 de marzo en la ciudad, ha logrado completar con nota en esta vigésimo tercera edición algunos de sus objetivos fundamentales: variedad, calidad y "ser lo más útil posible para la industria".

Así ha presentado este martes en Madrid Juan Antonio Vigar, director del Festival de Cine de Málaga, las producciones y coproducciones audiovisuales (21 películas y 4 series) que se mostrarán en la Sección Oficial, tanto españolas como latinas, a competición y fuera de concurso, cargadas en esta ocasión de un alto nivel de ironía que promete no evitar reírse de uno mismo.

Variedad en el recorrido por las visiones jóvenes y desenfadadas, con óperas primas provocadoras, reflexivas, emotivas y en ocasiones, autobiográficas, como Orígenes secretos, Las niñas, Crónicas de una tormenta o El inconveniente, a esperados regresos de viejos conocidos y reconocidos directores, de Joaquín Oristrell, a David Trueba, Achero Mañas, Icíar Bollaín o David Ilundain.

Vigar ha destacado especialmente la "utilidad" de un festival que no distingue entre cine o español o latino, ya sea en dirección o producción, y ha resaltado que esta edición, de las 2442 propuestas audiovisuales que llegaron al festival había muestras de 72 países, 23 de ellos, de habla española.

Para su sorpresa, y del imprescindible Fernando Méndez-Leite, miembro del Comité de Selección y "alma mater" del certamen malagueño, la buena representación femenina en el festival, con un 33% del total de cintas dirigidas por mujeres (67) y un 41,7% (84) en producción, respondió a la incómoda pregunta de otros años al respecto.

Mariano Barroso, director de la Academia de Cine, donde tuvo lugar el encuentro con la prensa, fue el encargado de abrir fuego, esta vez, posicionado "al otro lado", ya que se presentó como director de la serie La línea invisible -fuera de concurso- para Movistar sobre los orígenes de ETA. "El reto -ha dicho Barroso- era ser capaces de abstraernos de lo que pasó después", y explicó el aire de la nueva serie con la vieja frase "incluso la peor pesadilla empieza como un sueño".

Ofrenda a la tormenta, dirigida por Fernando González Molina inaugura el festival fuera de concurso -el cierre de la trilogía del Baztán basada en las novelas de Dolores Redondo-, y El robo del siglo, del argentino Ariel Winogard, que saludó por vídeo, cerrará el festival también fuera de competición; una película de policías y ladrones que cuenta la inexplicable desaparición de los asaltantes del Banco Río de Acausso.

La boda de Rosa, a competición, es "la vuelta a sus principios" de Icíar Bollaín; una comedia al estilo de Hola, ¿estás sola? que cuenta con guion de la propia directora y Alicia Luna, protagonizada por una impresionante Candela Peña, ha dicho la productora Cristina Zumárraga.

Con sus óperas primas Las niñas y Orígenes secretos se presentan los dos directores más jóvenes del certamen a concurso, Pilar Palomero y David Galán, respectivamente. Dos muestras dispares en la temática pero coincidentes en la intensidad, según Méndez-Leite, que ha valorado a ambos directores por sus "grandes trabajos".

Achero Mañas vuelve al largometraje diez años después con Un mundo normal, una comedia protagonizada por Ernesto Alterio sobre la premisa real de la madre del director que no quería ser enterrada ni cremada a su muerte, sino lanzada al mar, y que ha dado lugar a una obra "sobre singularidades", ha dicho el director de El bola.

A concurso, David Pastor y Álex Pastor presentan Hogar que, avalada por Netflix, cuenta un drama sobre un ejecutivo de éxito que acaba en el paro, con Mario Casas y Javier Gutiérrez en el reparto; y David Trueba, A este lado del mundo, la "típica historia de la bomba en el frutero", ha dicho el madrileño: "Todo va tan normal, hasta que el frutero explota" -ha aclarado. Rodada en Melilla con poco presupuesto -"estoy alejado de las y los grandes capitales", ha bromeado Trueba-, también habla de opciones laborales y segundas oportunidades.

Diego San José, creador de Vamos Juan, serie de Movistar que participa fuera de concurso sobre un político que se mueve "por rencor", ha apuntado que "el espectador ya ha roto la frontera entre series y películas" y es la industria la que se empeña en mantener las diferencias. Oristrell, también fuera de concurso, se presenta con HIT, una serie de RTVE "llena de atrevimiento y que busca la controversia" sobre la educación actual de niños y adolescentes, un universo que "preocupa mucho" al director catalán. También fuera de concurso Historias lamentables, cuatro episodios autoconclusivos pero hilvanados entre sí, en el largometraje "más Fesser" de Javier Fesser, Biznaga de Honor.