Ciclos y retrospectivas

María Cañas, archivera sevillana

  • Reciclaje, remezcla, 'videomaquia y risastencia'.

El nombre de María Cañas (Sevilla, 1972) es ya familiar para los asiduos del SEFF. El reconocimiento de esta retrospectiva, que reúne sus mejores cortos y mediometrajes (de My Pigman al premiado Sé villana, la Sevilla del diablo), le llega en el momento justo, cuando su nombre suena cada vez con más fuerza como uno de los más notorios y singulares de esa disidencia heterodoxa e independiente que, en los márgenes de la producción industrial, más cerca de los museos y festivales, no necesita de ficciones ni de diseños de producción para expresar una mirada crítica e inconformista, cómica y sarcástica, a la realidad.

La poética de Cañas se abre paso a  través de un torrencial ejercicio de compilación, reapropiación y reciclaje de materiales audiovisuales de diversa procedencia con el que deconstruir algunos de los mitos y símbolos más poderosos de la barroca cultura del Sur y, por extensión, de la cultura española. Son los trabajos de Cañas un claro ejemplo de ese cine sin cámara que construye su discurso iconoclasta a partir del reciclaje y la confrontación, recuperando las viejas prácticas del montaje de atracciones en una nueva dimensión posmoderna que no distingue ya de calidades o noblezas en los materiales de base para someterlos a nuevos diálogos, significados y reveladoras dialécticas.

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