Crítica 'Workers'

Detalles para la complicidad

Workers. México y Alemania, 2013. 120 minutos. Dirección: José Luis Valle. Guión: José Luis Valle. Fotografía: César Gutiérrez Miranda. Montaje: Óscar Figueroa. Dirección artística: Gabriela Santos del Olmo. Intérpretes: Susana Salazar, Jesús Padilla, Berrenice Morán, Darian Ramos Gracía, Sergio Limón, Adolfo Madera, Enrique Saint Martín.

Workers obtuvo el Premio a la Mejor Película en el Festival de Cine de América Latina de Biarritz y el mismo galardón en Guadalajara (México), participando con éxito en algunos de los certámenes internacionales más prestigiosos del mundo. Se trata del primer largometraje del director salvadoreño y afincado en México José Luis Valle, que hasta ahora no había realizado más que documentales y cortometrajes. Es una historia de emigración y los problemas que la situación plantea. En el primero de los casos que trata la película, tenemos a un emigrante salvadoreño en situación irregular, al que su empresa niega su jubilación después de treinta años de trabajo por esa ilegal circunstancia. En otro es una empleada de hogar al servicio de una dama inmensamente rica que a su muerte revela un testamento increíble.

La película, rodada en Tijuana, en sus primeros planos nos presenta un paisaje marino y el muro fronterizo a través del cual se entrevista una mujer con alguien al otro lado. Luego Rafael entra en una zapatería donde adquiere unos zapatos. Vive las horas que preceden a su anhelado día de su jubilación tras haber desempeñado su trabajo, "ejemplar, puntual y eficiente", como empleado de la limpieza en una fábrica. Lidia, por otra parte, recibe la noticia de que, tras treinta años de trabajo como sirvienta en una casa suntuosa, la patrona, que ha muerto, ha dejado la herencia, toda una gran fortuna, a su perra Princesa. Ella y el resto de la servidumbre heredarán cuando la perra muera. Si su pasado tiene una relación por una historia de amor, su futuro lo será por una jugada del destino.

Estamos ante una comedia negra que nos presenta con un tono sutilmente irónico dos historias paralelas. Partiendo de un relato de apariencia ciertamente dramática, José Luis Valle afronta las situaciones adversas que viven los protagonistas por sus respectivas ocupaciones laborales, dirigiéndolas hacia una perspectiva cercana al absurdo cotidiano y al sarcasmo más corrosivo. Todo narrado muy pausadamente con un ritmo lento, demasiado lento a veces, pero sin que falten esos detalles que suscitan la complicidad con el espectador. Todo ello en el curso de una sencilla interpretación tanto por parte de los protagonistas como de los secundarios.

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