Iberoamericano

"Menos mal que el público que ama la cultura no renuncia a ella"

La obra teatral Días de vino y rosas le trajo a Huelva hace cinco años, aunque Silvia Abascal pasó por el Iberoamericano en sus inicios como actriz. Muy recuperada del ictus cerebral que sufrió en abril del 2011, le queda como secuela una hiperacusia de la que aún se recupera. Esto no ha sido óbice para regresar a la muestra, donde ha presentado No digas nada, el cortometraje que estrenó en la Seminci de Valladolid y del que es guionista y directora.

-¿Cómo va su recuperación?

-Bien, va mejor. Aún me queda la sensibilidad al sonido, pero todo lo demás marcha muy bien.

-Entonces, ¿le veremos en breve sobre un escenario?

-Escenario no lo sé, pero en cine sí, porque estoy haciendo cosas pendientes de estreno. Y en teatro creo que este año. Si encontramos espacio en Madrid, que es lo que estamos buscando, sí.

-¿Puede avanzar algo?

-No, todavía no. Hasta que las cosas no estén, nada.

-¿Cómo fue la presentación de su corto en la Seminci?

-Muy bien, la verdad es que me hacía muchísima ilusión el hecho de estrenarlo en un festival, de verlo en pantalla grande. Lo que pasa es que es complicado, porque como se proyectan todos los cortos juntos, a veces la energía se comunica. Exhiben tres comedias y ya todo parece comedia. Son pequeñas piezas pero cada una en su mundo. Y una es comedia, otra dama, otra es thriller. Y cuesta separar. Es lo complicado de ser público de cortos. Pero siento mucha ilusión por haberlo parido y ver que ahora ya empieza él solito su recorrido.

-¿Se ve con posibilidad de ganar en Huelva?

-Estaría fantástico pero bueno, estar ya es un resultado. Vamos a ver el proceso. Está siendo muy bueno el hecho de que nada más empezar a moverlo sea seleccionado en los festivales a los que lo hemos mandado, internacionalmente también.

-¿Es su primer trabajo detrás de las cámaras, como directora y guionista?

-De dirección sí. He escrito un libro, pero de ficción es el primero.

-¿Cómo se ha sentido en esta nueva experiencia?

-Como una enana. Lo he disfrutado muchísimo. Me encanta, yo tenía muchas ganas de dirigir. Es verdad que me imaginaba más en teatro pero, como escribo, pensé porqué no comenzar a dirigir lo que escribo.

-¿Así surgió la idea de afrontar este proyecto?

-Me llegan muchos cortos como actriz que no me convencen y le pasé el último que había escrito a mi representante. Me dijo: hazlo, tienes que hacerlo. Y me puse con ello y todo fue muy rápido porque ya había hecho un mediometraje maravilloso , Canciones de invierno, cuyo equipo de producción me gustó mucho. Les llamé, les encantó y nos pusimos en marcha. Estábamos rodando a finales de junio, y en septiembre ya estaba listo el corto.

-¿Qué le parece el cine iberoamericano actual?

-Me interesa mucho, no sólo artísticamente, sino técnicamente. Tienen unos equipos potentísimos. La pena es que en esta visita a Huelva no puedo ver nada, ya que vengo a presentar el corto y me marcho. Pero me encanta que nosotros vayamos allí, que ellos vengan aquí, que nos fusionemos.

-¿Cómo ve el momento actual por el que pasa el cine español?

-Me parece un momento muy desfavorable de cara al apoyo. No solamente con el cine, pasa en general con la cultura. Siento que ahora mismo está en manos de un sistema o de una clase política que lo considera prescindible y la cultura es imprescindible. La cultura tiene que ver con el despertar de la sociedad, con el remover, con plantearle cosas. Es evidente que son muchos vientos en contra. Realmente el productor teatral, el autor, los escritores o los músicos lo tienen muy difícil para crear, para producir. Menos mal que el público que es amante de la cultura no renuncia a ella.

-¿Cómo ve el momento actual por el que pasa el cine español?

-Tenemos nuestra quiniela, como en todos los países. No es una cuestión española. Hay producciones muy buenas en este país, donde tenemos mucho talento y profesionales. Pero bueno, también hay películas malas. ¿Cómo es la producción norteamericana? ¿Cuántas películas se hacen y cuántas son las buenas? A lo mejor si nos ponemos con estadísticas las quinielas que salen son más o menos parejas. El año pasado vi el cine muy parado. Cuando profesionales tremendos, de estos que siempre están trabajando, llevan año y medio en paro es que la cosa va muy mal. Pero ahora se está empezando a despertar. Están las cosas en el aire, dependen todavía de fechas y presupuestos, pero siento que empieza otra vez el movimiento.

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