Festival Cine Málaga

Hugo Silva protagoniza una historia de perdedores en 'Dioses y perros'

  • La cinta, dirigida por David Marqués, utiliza el mundo del boxeo para retratar, en parte, la crisis

Acostumbrado al cine negro, el cineasta David Marqués se enfrenta con Dioses y perros a un drama protagonizado por Hugo Silva, en el que aborda una historia de perdedores, consecuencia en parte, de una crisis que de alguna manera también queda reflejada, al igual que lo hace el mundo del boxeo. La cinta se presentó ayer en la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga. Cine español, con un reparto que incluye, además de a Silva, a Megan Montaner, Juan Codina, Enrique Arce, Elio González, Miriam Benoit, Ricard Sales, Albert Forner, Lucía Álvarez y Víctor Palmero.

Pasca (Hugo Silva) es un ex boxeador que sobrevive haciendo de sparring (recibe los golpes en el entrenamiento de un boxeador) y se encarga del cuidado de su hermano discapacitado. A su alrededor, un amigo también ex boxeador y alcohólico y su familia, a los que intenta echar una mano. Y una profesora que aparece en su vida y que le hará replantearse el autocastigo que se ha impuesto en su vida. Prácticamente como una excusa, el boxeo está presente en la cinta, por lo que queda en un segundo plano que cede el protagonismo a las historias de los personajes. El hermano en silla de ruedas, que ha dejado de recibir la pensión y que prácticamente no puede salir a la calle; el amigo al que no le sale ningún trabajo, causa y a la vez consecuencia de que se sumerja en la bebida; la maestra interina que está en Madrid para hacer una sustitución. Todo ello acompañado de planos de una Vallecas sumida en la crisis económica que asuela al país desde hace ya unos cuantos años.

"El proyecto ya estaba trabajado cuando llegó a mis manos, pero tuve luz verde para llevarlo a mi mundo", aseguró Marqués ayer durante la presentación del largo en el certamen, en la que reconoció que el boxeo estaba en un principio mucho más presente, pero "quería contar una historia de perdedores y quería que se lo tomarán de una manera más socarrona, resignados por lo que les está pasado", concretó Marqués. Sobre el reflejo de la crisis, el director y coguionista aseguró que era "inevitable tocar estos temas; sin que fuera una película sobre la crisis, sí que vemos las consecuencias", matizó.

A Hugo Silva, el personaje de Pascal le llegó desde que leyó el guión por primera vez: "Me enamoré su forma de vivir, de las contradicciones de un personaje que se supone muy valiente y de la gran complicación que se le pone por delante". Y para conseguir acercarse este ex boxeador metido a sparring, Silva se empleó a fondo con el boxeo "desde que supe que iba a hacer la película, lo que me ha aportado mucha información psicofísica del personaje", concretó.

A pesar de tratarse de un drama, el director quiso meterle a la película un toque de cine negro, que reconoce como favorito, y lo hizo incluyendo al personaje de Colomo (Enrique Arce), el conseguidor de trabajos de unos ex boxeadores que tuvieron mejores épocas, todo "un reto para que encajará", matizó el director.

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