Natalia de Molina. Actriz

"No porque te den un premio quiere decir que lo tengas ya todo ganado"

  • Jiennense de nacimiento, criada en Granada y formada en la Escuela de Arte Dramático de Málaga, la actriz, premio Goya Revelación 2014, presentó ayer la cinta de Manuela Moreno.

Con una sonrisa angelical y una mirada que puede derretir a cualquiera, Natalia de Molina regresa al lugar en el que se formó como actriz para mostrar  todas las pieles que puede vestir un camaleón. Ayer se pudo ver su comedia Cómo sobrevivir a una despedida y el jueves presentará el drama Techo y comida. Su participación también en la película de Alfonso Albacete Solo Química la convierte en uno de los rostros femeninos de la Sección Oficial.

 

-¿Qué le ha aportado Cómo sobrevivir a una despedida?

 

-He aprendido muchísimo. Después de Vivir es fácil con los ojos cerrados, ésta era mi segunda película y suponía un cambio radical de registro, de personaje y era lo que más me atraía del proyecto, hacer otra cosa diferente, no encasillarme. Y luego trabajar con mi hermana -Celia de Molina-, así que ya puede pasar lo que pase que esta película para mí va a ser siempre muy especial. 

 

-¿Cómo llegó al proyecto?

 

-Llegué haciendo castings. Hicimos bastantes pruebas, fue un proceso complicado porque en un principio no me veían para el personaje, precisamente, por ser algo totalmente diferente a lo que había hecho antes. 

 

-¿No le veían su lado divertido?

 

-Sí, pero no sabían si arriesgarse o no a algo tan distinto. Pero yo tenía muchas ganas y luché mucho en los castings, puse toda la carne en el asador porque quería el papel, quería estar en la película, quería hacer una comedia, porque nunca la había hecho, era un reto. 

 

-¿Cómo construyó el personaje de Norita peliculitas?

 

-Ensayamos mucho con Manuela, confié muchísimo en ella y me dejé llevar por lo que ella quería y tenía tan claro. Obviamente me he empapado mucho de las películas americanas como La boda de mi mejor amiga o Resacón en las Vegas, también películas de Emma Stone, que empezó haciendo comedias alocadas y es una actriz que me gusta mucho y me inspira. Me empapé para el tono, la energía y lo que requería el personaje. 

 

-¿Qué le resultó más complicado de esta chica de imaginación desbordante que mete a todas sus amigas en un lío tras otro?

 

-Quizás su energía, que es muy opuesta a la mía, mucho más arrolladora, más hacia afuera. Yo soy una persona bastante más tímida, más retraída y ponerme en ese papel todos los días requería de concentración, de ponerme las pilas. 

 

-En 2013 rodó Vivir es fácil con los ojos cerrados, en 2014 ganó el Goya a actriz revelación y en 2015 tiene tres películas en este festival... ¿qué Natalia de Molina podrán ver los espectadores?

 

-Lo que me gustaría que viesen es a una actriz con todas las letras, que eso ya es decir mucho. Son papeles muy distintos, películas muy diferentes y, por ejemplo, en Techo y comida tuve que hacer uno de los personajes más difíciles que creo que voy a hacer en mi carrera. Fue muy duro y a la vez muy gratificante el proceso y el rodaje. Creo que van a ver a una actriz que es capaz de contarte una comedia y hacerte reír y a otra que te lleva a reflexionar sobre temas más profundos. 

 

--¿Cree que un Goya es una especie de certificado de calidad, ya lo tiene,  ya te llaman?

 

-No, no [risas]. Obviamente te hace visible, como en mi caso que era desconocida, y de repente te pone en la industria y la gente que se dedica a esto lo valora. En ese sentido sí que es muy positivo, pero que te llamen es cuestión de trabajo. No porque te den un premio quiere decir que lo tengas todo ganado. 

 

-¿Le da miedo ser un rostro pasajero, estar en la cresta de la ola y que luego llegue el olvido?

 

-Evidentemente hay cosas que a veces uno no puede controlar, por eso, lo que dependa de mi, de mi trabajo, que es interpretar y dejarme la piel, lo voy a hacer. Si el día de mañana no vuelvo a hacer una película seré feliz por las que he hecho, que ya es un gran logro hacer cien en estos días y cumplir ese sueño. Yo ya lo he cumplido y quiero seguir haciendo esto. Es mi pasión y no sé hacer otra cosa, creo que he nacido para esto. 

 

-¿Ha costado llegar hasta aquí?

 

-Sí, no ha sido para nada fácil, no ha sido un camino de rosas. He luchado mucho y he tenido la suerte de que la primera persona que confió en mí fue David Trueba. Lo admiro muchísimo, lo siento como mi padre en la profesión y haber aprendido de primeras qué es el cine con su familia y equipo es lo mejor que me podría haber pasado. He tenido esa suerte. Pero creo que decir que todo es cuestión de suerte le quita valor al trabajo que hace uno y los demás al confiar en ti. 

 

-¿Cine, teatro o televisión?

 

-Me gusta la magia y la adrenalina del teatro, lo que se aprende encima de un escenario, me gusta el cine porque es historia y la televisión porque no sabes lo que va a pasar en el próximo capítulo con tu personaje y lo tienes que crear en el momento. No tengo preferencias. Si pudiera haría las tres cosas. 

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