El retorno del heptacampeón del mundo Michael Schumacher a la Fórmula 1 depende de un examen médico que valore que está plenamente recuperado de las secuelas físicas que sufre en el cuello desde que hace unos meses tuviera un grave accidente de moto.

El alemán podría sustituir a los mandos de un Ferrari en el Gran Premio de Europa en Valencia (21 al 23 de agosto) al brasileño Felipe Massa, que sufrió un grave accidente en la carrera de Turquía, por lo que ya se está entrenando.

Sin embargo, según Sabine Kehm, su portavoz, aún no es seguro su regreso a la competición. "Aún no es totalmente seguro que su cuello se sostenga. Su regreso depende de unos exámenes médicos a los que aún debe someterse. Sólo después de esas pruebas sabrá si puede pilotar", indicó.

Mientras que su agente, Willi Weber, precisó que habrá que esperar a la próxima semana para saber si el káiser cuenta con "la luz verde". "Todo depende de su salud y de la decisión de los médicos", precisó.

Schumacher, por su parte, ya había explicado el pasado martes en su página web que sufría esta molestia y dejó claro que su salud es lo primero. "Tengo que arreglar este problema porque mi salud es lo primero, ése es el acuerdo al que he llegado con Ferrari y con mi mujer", indicó.

Pese a sus molestias, Schumacher continuó ayer a bordo de un kart y bajo un calor "asfixiante" su preparación para regresar a la competición al dar 40 vueltas en el circuito italiano de Lonato. El heptacampeón incluso ha bajado tres kilos su peso desde que se conoció la noticia de que iba a suplir a su compañero Massa.

"Por el momento hay pocas cosas mejores para la preparación y para ponerse a punto que el kart, que es incluso más difícil que la Fórmula 1", explicó en su página web de Internet.

"Aquí hace un calor asfixiante, simula incluso las temperaturas previstas para Valencia", acabó diciendo el alemán.