La Fórmula 1 deberá esperar unas cuantas carreras más para saber si su receta para brindar un mayor espectáculo en 2011 funciona o no. Las nuevas reglas y neumáticos apenas contribuyeron a conceder más emoción al primer Gran Premio de la temporada, el domingo en Australia. En Melbourne no hubo el temido caos de neumáticos ni las esperadas decenas de maniobras de adelantamiento gracias a los alerones traseros móviles y al impulso adicional del KERS (sistema de recuperación de energía cinética).

"Debemos esperar", previno el ganador, el alemán Sebastian Vettel, contrario a sacar precipitadas conclusiones. El diario australiano The Herald Sun comentó al respecto: "Pese a todas las discusiones antes de la carrera, el éxito de la Fórmula 1 sigue dependiendo del piloto al volante y del diseñador jefe". El campeón mundial, Vettel, fue la mejor prueba de ello. El joven piloto alemán de 23 años no disponía del impulso adicional de 82 caballos que da el sistema KERS, y el nuevo alerón trasero sólo lo empleó en contadas ocasiones. "El sistema es aún muy reciente, Melbourne es un circuito especial", dijo Vettel. El segundo en el Gran Premio de Australia, Lewis Hamilton, fue más claro en lo referente al alerón trasero. "No fue una enorme ventaja", opinó el británico.

Por lo menos en McLaren funcionó a la perfección el KERS desarrollado por Mercedes, mientras que falló en los Mercedes de Michael Schumacher y Nico Rosberg. "Nos enfrentamos a un enigma", admitió el jefe deportivo de Mercedes, Norbert Haug. Cuando en 2009 se usó por vez primera el KERS, el producto de Mercedes era el mejor disponible.

Pirelli, el nuevo suministrador de neumáticos, recibió muchos elogios inesperados. "Las ruedas fueron verdaderamente buenas", afirmó la estrella de Ferrari, Fernando Alonso. "Pirelli hizo de verdad un buen trabajo. En invierno tuvieron que soportar muchas críticas, en su mayor parte injustificadas", dijo también el jefe del equipo McLaren, Martin Whitmarsh.

En los últimos ensayos en Barcelona llovieron duros reproches contra los nuevos P Zero, porque los neumáticos apenas aguantaban largas distancias. Parecían aseguradas cuatro o más paradas en los boxes por piloto y una táctica de pesadilla. Pero en lugar de ello los neumáticos demostraron ser mucho más fiables. El piloto mexicano de Sauber Sergio Pérez cubrió los 305 kilómetros con sólo una parada en los boxes, lo que provocó gran asombro. "Estamos tan sorprendidos como todos los demás", admitió el director técnico de Sauber, James Key. "Una fantástica carrera", se entusiasmó el responsable deportivo de Pirelli, Paul Hembery. Pero la alegría podría ser prematura. El calor tropical de la próxima parada, Malasia, es un enorme enemigo para las gomas.