Elecciones

Rajoy insinúa el trasvase del Ebro prometiendo "agua para todos"

  • El candidato del PP dice en Valencia y Murcia que "el agua que sobre irá a toda España" para acabar con "el desierto y la España de color amarillo" de Zapatero

El líder del PP, Mariano Rajoy, aprovechó ayer su presencia en tierras levantinas para hablar por fin de política hidráulica, que no del trasvase del Ebro, un asunto que provocó sonadas fricciones durante la elaboración de su programa electoral y que abrió una importante brecha entre los populares catalanes y aragoneses, y los valencianos y murcianos.

Durante su periplo de campaña, que le llevó ayer a Alicante y Murcia, el candidato reiteró que "habrá agua para todos", el grito que los simpatizantes murcianos enarbolaron en los minutos iniciales del acto que Rajoy protagonizó en el Palacio de los Deportes de Murcia junto al presidente regional, Ramón Luis Valcárcel, y la cabeza de lista al Congreso, Pilar Barreiro. Un lema, el del agua para todos impreso incluso en las botellas de agua mineral distribuidas entre los periodistas por la organización del mitin.

Ante casi 9.000 personas, la mayor asistencia a un acto de campaña hasta el momento, el líder del PP se comprometió a llevar agua a Murcia, aunque eludió referencias al polémico trasvase del Ebro. "Habrá AVE en la región de Murcia, palabra de Mariano Rajoy. Habrá agua en la región de Murcia y en toda España, agua para todos, haremos las obras del Pacto del agua de Aragón, cumpliremos con Aragón, pero el agua que sobre irá a toda España. El agua es de todos".

Horas antes, en Alicante, había reiterado el mismo mensaje. "Para que se me escuche y se me entienda bien, el agua que sobre después de cumplir los compromisos del Pacto del agua y del caudal ecológico, la que se va al mar, irá a Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Almería. Habrá agua para todos", indicó, reabriendo la caja de los truenos del trasvase del Ebro, que no figura en su programa electoral. La polémica con el trasvase del Ebro, uno de los puntos estrella del Plan Hidrológico Nacional aprobado por el Gobierno del PP en 2001, volvió a la agenda electoral con la amenaza de dimisión de Gustavo Alcalde, presidente del PP en Aragón, comunidad por la que pasa el Ebro, si el programa incorporaba una relación de ríos abierta a las transferencias. Amenaza que tuvo su efecto en el texto del programa con la omisión de la mención al Ebro.

"No quiero una España de color amarillo, el desierto de Zapatero; quiero una España verde como esta corbata. Ése es mi compromiso", recalcó.

Rajoy se mostró crítico ante la "genialidad" de Zapatero de anunciar la futura convocatoria de una Conferencia de Presidentes para resolver el drama de la violencia de género. "Un poco de cordura y un poco de razón", le demandó el líder popular, que se comprometió a aumentar el número de policías y jueces especializados y medios telemáticos.

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