Las protagonistas de la primavera le arrebataron la hegemonía al mítico estampado de lunares en la inauguración de la XXI edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca. Estampadas en telas de mil colores, bordadas a mano con delicadeza o adornando complementos, las flores se imponen como tendencia estrella para la próxima Feria de Abril. 

Un año más, diez jóvenes talentos de la moda flamenca se disputaron el premio al mejor diseñador en el certamen de noveles, en el que Ernesto Sillero conquistó al jurado con su colección Alegría du soleil. 

Como marca la tradición, Lina 1960, la emblemática casa de costura flamenca, fue la encargada de abrir el carrusel de desfiles de la tarde. Mila Montero sigue apostando por presentar dos colecciones distintas encima de una misma pasarela. Abrió el desfile Lina Esencial, la línea más clásica de la firma, imponiendo los patrones que toda flamenca debe seguir; para cerrar con Lina 7, una colección que rescata los cortes y las siluetas de los años 70 para dibujar una flamenca de aire retro. 

Los lirios fueron los protagonistas de Aldebarán en una colección hecha para una amazona moderna. Bordados de flores silvestres adornaron mantones y ponchos en una oda a la artesanía utilizando tejidos ricos como el cuero, la lana de Merino o el yute para el calzado de las modelos. 

En la colección de María José Blay las flores se tornaron sensuales y de colores ácidos para una flamenca más que femenina. Álex de la Huerta, ganador del Certamen de Diseñadores Noveles de Simof 2014, presentó una colección etérea en una apuesta por los lisos, las asimetrías y los tejidos más sutiles. 

Y los versos de Lorca, las pinceladas de Julio Romero de Torres y las notas musicales de Falla se subieron a la pasarela de la mano de Rocío Peralta con una colección costumbrista de cortes muy clásicos inspirada en las grandes obras de la cultura andaluza. 

Uno de los momentos más esperados en esta nueva edición de Simof llegó al final de la primera jornada. Vicky Martín Berrocal, después de tres años de ausencia en Fibes, volvió a la pasarela que la vio nacer como diseñadora para celebrar su décimo aniversario en el mundo de la moda. En Volver, los volúmenes y el brillo fueron los protagonistas absolutos en una colección que derrochó glamour y sofisticación por cada poro.