Tras haberse sometido a una doble mastectomía preventiva el pasado año, Angelina Jolie ha sacado fuerzas y volverá a pasar por el quirófano para prevenir el cáncer. "Todavía hay una cirugía por hacer", anunciaba la actriz hace unos días en una entrevista con Entertainment Weekly, una operación que, según recoge la revista In touch en España así como varios medios americanos, será una ooforectomía o extirpación de ovarios para reducir el riesgo de padecer cáncer en esta zona.

Fue en febrero de 2013 cuando Angelina tomó la decisión de extirparse sus dos pechos al descubrir el fuerte riesgo que corría de padecer cáncer de mama. "Mi madre luchó contra el cáncer durante casi una década, y murió a los 56 años. Vivió el tiempo suficiente para ver al primero de sus nietos y para mantenerlo en sus brazos. Pero mis otros hijos nunca tendrán la oportunidad de conocer y experimentar cómo era ella", confesó entonces. La intérprete está muy concienciada y segura de su decisión. Fue precisamente un cáncer de ovarios el que se llevó la vida de Marcheline Bertrand, su madre, en 2007. Una dura enfermedad, el cáncer, que también sufrieron su tía, su abuela y su abuelo. Su mayor deseo es que sus hijos puedan disfrutar de ella el mayor tiempo posible y por ello está dispuesta a llegar hasta el final.

Al practicarse esta cirugía, Angelina, de 38 años, pierde la oportunidad de poder tener más hijos por lo que ha pensado congelar sus óvulos para no cerrarse las puertas a la hora de tener más descendientes en el futuro, tal y como desea su pareja, Brad Pitt.