"Me colé porque tenía que conocerte. Tu música me ha ayudado mucho, me ha dado todas las respuestas que estaba buscando cuando mi corazón se hizo pedazos... Los dos pasamos por lo mismo y al mismo tiempo... ¡Miley te amo! Por favor, déjame conocerte". Ésta es la carta que Tucker Salvensen -un apellido un tanto paradójico tratándose de un fan enloquecido- dejó en el camerino de Miley Cyrus tras lograr colarse y pasar todas las zonas restringidas del Centro de Convenciones de Centurylink de Omaha, donde la ex chica Disney presentaba su gira, Bangerz Tour, al día siguiente. El joven, de 18 años, sintió la necesidad de expresar sus sentimientos a su ídolo y no dudo en hacerse con un pase para tener acceso a todas las zonas del recinto. El fin: conocer a Miley. Satisfecho de su hazaña y dejándose llevar por su inocente juventud, Salvensen compartió su logro en Twitter: "Me colé en el backstage de Omaha hoy y le dejé una carta a @MileyCyrus en su camerino. Espero que la lea"; lo que no pensó es que esto alertaría a la policía que lo esperó el día del concierto para arrestarle. Ahora, el chico está en libertad a la espera de lo que dictamine la justicia y puede enfrentarse a un año de prisión. Pero esto a él no le preocupa. "No creo que Miley tenga que tener miedo de mí, no tenía malas intenciones. Debería preocuparse por la poca seguridad y de que se pudiese entrar en el camerino fácilmente" ha dicho en una entrevista al canal 6 de la NBC, donde además ha contado que ya tiene las entradas compradas para el próximo concierto de la cantante en Kansas City, donde intentará conocerla de nuevo.

Y es que la línea que separa la admiración de la locura es demasiado delgada, tanto que muchos pierden la cordura por completo. La propia Miley no pudo ocultar su asombro hace unos meses al descubrir que un británico de 40 años tiene en su cuerpo 22 tatuajes -y van creciendo- con su nombre, los títulos de sus canciones y hasta su cara. No se queda atrás Justin Bieber, uno de los cantantes que más pasiones levanta. Una joven compró una botella de agua de la que había bebido el canadiense por 700 dólares y un chico estadounidense se ha gastado unos 100.000 en operaciones de cirugía estética para parecerse a él. Pero no es esto lo más impresionante, una believers mexicana ofreció en internet su virginidad a cambio de una entrada para un concierto de su ídolo.

Desatado, un hombre compró un diente de John Lennon por 32.000 dólares con la intención de clonar al cantante y una seguidora incondicional de Jessie J. se rompió su propia pierna cuando supo que su cantante favorita se había hecho una fractura en una de las suyas. Un fan alocado de 22 años nadó más de tres kilómetros para llegar a la mansión en Rhode Island de Taylor Swift hasta que fue detenido y otro, éste de Londres, asaltó la casa de Madonna, cuando ésta no se encontraba, para robar una lata de la bebida energética favorita de la reina del pop.

Las redes sociales son las mejores aliadas de estos fanáticos. Ashley Tisdale recibió 18.000 tuits de un hombre que le ofrecía su cuerpo; fue detenido cuando se presentó en la casa de la estrella. También los hay solidarios, una chica compró 250 copias del disco Bionic de Christina Aguilera para que ésta tuviera éxito en ventas.