Pasarela

El médico de Michael Jackson retiró pruebas antes de llamar a los servicios médicos

  • El ayudante del fiscal asegura que pasaron más de 20 minutos desde que Munray encontró al cantante inconsciente hasta que solicitó una ambulancia.

El médico Conrad Murray se ha presentado este martes en la audiencia preliminar que investiga la muerte del cantante Micheal Jackson, por la que está imputado. La fiscalía ha acusado al doctor de retirar pruebas de la residencia del artista antes de llamar a los servicios de asistencia médica para solicitar ayuda, después de que el Rey del Pop se quedase inconsciente. En el arranque del proceso judicial, el ayudante del fiscal, David Walgren, ha afirmado que transcurrieron más de veinte minutos entre que Murray descubrió a Jackson inconsciente y solicitó una ambulancia al 911. 

Murray, que se enfrenta a una posible condena por homicidio involuntario, debe aclarar su supuesta responsabilidad en la sobredosis de un fármaco con prescripción por la que falleció el intérprete el 25 de junio de 2009 a los cincuenta años. El fármaco que ingirió recibe el nombre de propofol. El potente anestésico, utilizado en operaciones quirúrgicas, es la clave. El fiscal pretende demostrar que el médico suministró este anestésico a Jackson entre las 10:40 y las 11:00. "Es importante que en este punto el 911 no fue llamado o no se dieron órdenes de llamar por parte del doctor Murray", señaló Walgren al juez en la sala del tribunal de Los Ángeles. A esto, el ayudante del fiscal ha añadido que "en vez de ello, el médico Murray tiene a un miembro del equipo ayudándolo a recolectar evidencias médicas y diversos objetos". 

En la audiencia preliminar, la fiscalía ha ofrecido evidencias para proseguir con su teoría. Ahora es el juez el que tiene que determinar si los hechos son los suficientemente sólidos como para llevar a Murray a un juicio, probablemente frente a un jurado. La fiscalía pretende hacer un retrato del doctor como un hombre con problemas económicos que podría haberle proporcionado medicamentos de manera irresponsable a cambio de dinero. 

En cambio, la defensa basa su alegato en probar que fue el cantante Michael Jackson quien se suicidó con una sustancia que utilizaba como somnífero. Conrad Murray es un galeno con residencia en Houston que posee una segunda consulta en Las Vegas. Fue contratado por una empresa organizadora de conciertos para cuidar de la ya difunta estrella de cara a una serie de conciertos en Londres que iban a llevarse a cabo en julio de 2009. El médico ha admitido haber dado propofol a Jackson, pero se ha declarado no culpable de los cargos, argumentando que, aunque es un medicamento de uso hospitalario, era el propio cantante quien le pedía el anestésico para poder dormir. 

La defensa

Los abogados de Murray se centraron en exponer el hallazgo de una misteriosa jeringa encontrada cerca del Rey del Pop para estudiar si alguien distinto al doctor había inyectado a Jackson la dosis fatal de propofol. Sin embargo, algunos expertos se han mostrado escépticos sobre esa posible defensa, basada en la suposición de que Michael Jackson, reconocido toxicómano, podría haberse administrado él mismo la sustancia. Esa teoría, según Laurie Levenson, profesora en el Loyola Law School, "concuerda con cómo la gente percibe a Jackson y él podría haberlo hecho, pero es difícil averiguar cómo lo habría hecho sin que Murray haya tenido algo que ver". 

Los abogados han llamado hasta treinta testigos en la audiencia preliminar. Tras las declaraciones, Walgren llamó al estrado al colaborador durante largo tiempo de Jackson Kenny Ortega. Las pruebas sobre la muerte de Jackson aparecen en las declaraciones incluidas en las autorizaciones de registro, pero los fiscales presentarán más pruebas durante la audiencia preliminar. Por ello, los abogados de Murray han dicho que podría extenderse durante dos semanas. Algo insólito en Los Ángeles, donde la mayoría de las audiencias preliminares suelen durar como mucho unas pocas horas. 

La semana pasada, el juez del Tribunal Superior de Los Ángeles, Michael Pastor, permitió a la defensa realizar el análisis de los residuos de las jeringas y de una sonda intravenosa utilizada para administrar medicamentos a Jackson. Tras la muerte del cantante, el Departamento Forense del Condado de Los Ángeles determinó que el propofol y el lorazepam, un fármaco sedante, habían sido los principales medicamentos que habían causado el fallecimiento. En su investigación, la policía y la fiscalía se centraron en Murray y en si éste había proporcionado al artista demasiados fármacos, cuando el médico debería conocer la dosis correcta. 

Expertos en temas legales ven difícil que se produzca un acuerdo de última hora entre la defensa y la fiscalía. La mayoría considera previsible que el juez del caso Murray ordene un juicio completo, porque el peso de las pruebas presentadas por la fiscalía es pequeño para una audiencia preliminar. "Me parece que va a haber juicio", ha dicho Bennett Gershman, ex fiscal de Nueva York. "Simplemente hay demasiadas preguntas que no parece que se vayan a resolver en un acuerdo", ha agregado. Steven Cron, un abogado que trabaja como profesor en la Pepperdine Law School, está seguro de que los abogados de Murray podrían intentar una defensa diferente si el caso continúa tras la fase preliminar. Si esto ocurre, Cron ha afirmado que el testimonio de expertos médicos podría ser crucial, ya que Murray estaba solo con Jackson en las últimas horas que éste pasó despierto. "Va a ser un proceso de duelos entre expertos, de qué expertos tengan más credibilidad y por qué", ha apuntado. 

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