Una maldición planea sobre las mujeres hollywodienses, y aunque parezca increíble se trata del galardón más importante de la Academia del Cine, el Oscar. La ansiada estatuilla dorada puede traer a las celebridades muchas satisfacciones en el terreno laboral, pero en el amor puede acarrearle grandes disgustos. De hecho, se conoce que hasta siete actrices rompieron sus noviazgos y matrimonios una vez ganaron este premio.

Algunos lo llaman la 'Maldición del Oscar' otros, simplemente, mala suerte en el amor, el caso es que guapas intérpretes como Halle Berry, Reese Whiterspoon, Julia Roberts, Helen Hunt, Hillary Swank o Kate Winslet sufrieron una ruptura una vez encumbraron la meca del cine. La última en unirse a esta extraña leyenda ha sido Sandra Bullock.

Se rumorea que la intérprete, considerada 'Mejor Actriz' en la última edición de los Oscar, está atravesando una dura crisis sentimental con su marido, Jesse James. La razón no sería otra que la infidelidad del fabricante de motocicletas con una modelo californiana. Una relación paralela que ya cumpliría su primer aniversario.

Casi todas las portadas de la prensa americana se hacen eco de la noticia, asegurando que la historia de amor extramatrimonial de James comenzó cuando su esposa estaba grabando la película que le dió el Oscar, The Blind Side, en Atlanta. Es más, la revista In Touch ha publicado una entrevista a la supuesta amante del empresario, la modelo de tatuajes Michelle McGee. La mujer, que es conocida como 'la explosiva', dice que el marido de Sandra Bullock le aseguró que su matrimonio estaba roto y que por esa razón accedió a mantener una relación sentimental con él.

Los representantes de la pareja no han confirmado estas especulaciones, pero parece que a la actriz ya le están pasando factura. De hecho, no pudo asistir el pasado miércoles al estreno en Londres de su exitosa película alegando "motivos personales imprevistos" que le impedían viajar al extranjero para apoyar al filme. Todo en un comunicado en el que además se disculpa "ante cualquier inconveniente que esto pueda haber causado". Más que sospechoso.

Pero Sandra Bullock no es la única estrella del cine que le sale un 'novio maldito' llamado Oscar. Antes que la morena fue una rubia la que decía adiós a su relación de varios años, Kate Winslet. La actriz británica rompió su largo matrimonio con Sam Mendes tan sólo nueve meses después de hacerse con la estatuilla, gracias a su interpretación en El Lector. La pareja, que tiene un hijo en común de seis años, ya está en trámites legales de divorcio. Halle Berry es otra de las que por el Oscar volvió a la soltería. En la gala en la que se alzó como la mejor actriz lució flamante junto a su por entonces marido, el músico Eric Bénet. Tres años de relación que se fueron al traste, pero que la actriz ha repuesto con Gabriel Aubry, con el que además tiene una niña.

Julia Roberts rompió con Benjamin Bratt sólo tres meses después de completar su vitrina de premios y a punto de pasar por el altar. Reese Whiterspoon y Ryan Phillippe lo hicieron tras siete años de matrimonio y con dos hijos en común. Una ruptura inesperada, ya que presumían de ser una de las parejas más consolidadas de Hollywood. Helen Hunt y Hank Azaria consiguieron pasar por la vicaría tras superar la maldición de ganar el dorado galardón. Una felicidad que sólo les duró diecisiete meses. A otras el desastre en el amor les llegó en el segundo asalto, como es el caso de Hillary Swank. La actriz rompió con su marido Chad Lowe tras ésta recibir el segundo Oscar por Millon Dollar Baby en 2005.

El Oscar, un revulsivo del amor que ojalá no se salde con más víctimas en ediciones venideras.