Llevaba seis años combatiendo codo con codo con la muerte, a la que plantó cara tras sufrir un duro accidente de tráfico en 2008, pero finalmente, ésta ha terminado ganándole la partida. Kardam de Sajonia-Coburgo-Gotha y Gómez-Acebo, príncipe de Tírnovo, falleció ayer a los 52 años en un hospital madrileño. Fue su padre, el ex primer ministro y depuesto rey Simeón II de Bulgaria, quien anunció el fatal desenlace en su página web, en la que escribió que "su muerte ha sido el resultado de una infección pulmonar relacionada a la parálisis que sufre desde hace años, después del grave accidente de tráfico que tuvo en 2008 y del que no pudo recuperarse".

Kardam sufrió un traumatismo craneoencefálico severo en el citado accidente y permaneció varios meses en coma. Su esposa, Miriam Ungría, a pesar de que viajaba en el mismo vehículo, pudo reponerse rápido de las secuelas y se convirtió desde entonces en su mejor apoyo. Desde el principio fue un ejemplo de lucha y en más de una ocasión ha recalcado que "nunca se ha planteado tirar la toalla" y ha insistido en que "siempre merece la pena luchar".

En el momento de su muerte, Kardam estuvo acompañado por sus seres más queridos, ya que además de su esposa, en el hospital se encontraban sus padres, el rey Simeón y Margarita Gómez-Acebo, y sus hermanos varones, Kiril y Konstantin. La única que no pudo despedirse de él fue su hermana Kalina, ya que la muerte le sobrevino en cuestión de horas debido a su delicado estado de salud.

Su cuñada Carla Royo Villanova, la esposa del príncipe Kubrat, ha sido la única de la familia que ha querido despedirse de él a través de las redes sociales con un emotivo tuit en el que deja patente la emoción de la despedida y expresa todo su apoyo a su cuñada y sobrinos. "Ha sido muy emotivo, toda la familia junto a Kardam. Ahora todos con Miriam, Boris y Beltrán. Ya descansas en paz".

Kardam de Bulgaria se casó con Miriam Ungría en junio de 1996 y formaban una de las parejas más envidiadas de la alta sociedad madrileña. Tenían dos hijos en común, Boris, que actualmente tiene 17 años, y Beltrán, de 16.

La capilla ardiente del príncipe de Tírnovo se instaló ayer en el tanatorio de San Isidro, hasta donde acudieron numerosos rostros conocidos. Una de las primeras en llegar fue la infanta Elena, ya que entre ambas familias existen fuertes lazos; tanto es así que el príncipe Konstantin es el padrino de la infanta Sofía. Las dos familias reales comparten como primos a los hijos de Pilar de Borbón.