La gala que como cada año la fundación amfAR organiza en torno al festival de cine de Cannes es una de las citas más esperadas, no sólo porque se trate de una gala solidaria –este año bajo el lema 'Cine contra el Sida'–, sino porque en ella se congregan más famosas por metro cuadrado que en ningún otro evento. Como es habitual, la alfombra roja se convierte en un desfile que, en este caso, cosechó más aciertos que errores, marcada por la tendencia del binomio blanco/negro con escasas notas de color.
Eso sí, cuando el color se impuso lo hizo con fuerza. Como en el caso de la cantante Dua Lipa, quien usó el rojo corporativo de la lucha contra el Sida con un contundente vestido de volantes y plumas. Ella, el vestido y su cabello de engomado, todo el look causó sensación.
También con el pelo engominado hacia atrás, Eva Longoria, cosechó un gran acierto al confiar de nuevo Alberta Ferretti con un diseño blanco y corto con escote palabra de honor y cola que la hacía parecer una novia moderna.
Pero la pareja de la noche fue la compuesta por Antonio Banderas y Nicole Kimpell. Él, con su impecable esmoquin blanco; ella, con su vestido negro de chantilly y cola de muselina negra que le sentaba como un guante. Estaban atractivos, favorecidos y felices; qué más se puede pedir.
El azul tinta del impecable Dior con escote Bardot de Nina Dobrev también se situó entre los más elegantes. El Armani de la modelo Sara Sampaio, negro rotundo, plumas y auténticamente made in Italy, generó opiniones para todos los gustos. Dicen algunos que pecó de excesiva, pero en realidad estaba perfecta.
Como el regreso a la red carpet de Pamela Anderson, quien optó por un diseño de color empolvado, con cuello halter, ajustado a la cintura y repleto de pliegues que no fue del gusto de todos pero, eso sí, supone un gran paso adelante teniendo en cuenta la falta de estilo de la que hacía gala siempre.
La influencer Chiara Ferragni, que tampoco suele estar muy acertada en sus incursiones en la alfombra roja, esta vez sí registró buenas críticas con un voluminoso vestido romántico en rosa palo confeccionado con capas y capas de encaje de Giambattista Valli.
El minivestido negro tipo blazer con destellos brillantes de la modelo Hailey Clauson no estaba mal, pero es evidente que se equivocó de ocasión para lucirlo. Como una seductora femme fatale, así se presentó la top brasileña Adriana Lima a esta gala, y aunque generó ciertas contradicciones con las transparencias de encaje que rematan los laterales de su vestido, también cumplió su misión esa noche: ser la más sexy. Shanina Shaik tampoco pecó de esconder pues es de esas pocas mujeres que se puede permitir el lujo de ir en body y llenarlo de brillos.
En cambio, a Milla Jovovich su blanco irregular le sentaba así, regular.
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