Pasarela

"A los 16 años era una niña con cuerpo de mujer que creía tener las cosas claras"

Acaba de amadrinar la apertura de una tienda de Aire en Vitoria y, durante el emocionante acto, quiso atender en exclusiva a nuestros lectores para que supiéramos más acerca de esta mujer a la que, hace una década, vimos aparecer por vez primera en un anuncio de la firma Don Algodón. Desde entonces a ahora hemos sido testigos de su evolución en el mundo de la moda como imagen de diferentes empresas y hemos seguido también relaciones sentimentales como la que, brevemente, la mantuvo unida al torero Fran Rivera, allá sobre 2004, o la actual con Jorge Benjuria, el chico que, aún sin pensar en boda -a pesar de que la comparecencia que nos ocupa se centre en trajes de novia-, la hace feliz.

-Antes de llegar a la cuestión matrimonial, ¿por qué no nos sitúa en el presente laboral de Carla Goyanes?

-Bueno, de diario me dedico a una inmobiliaria familiar especializada en el sector del lujo y, aparte, colaboro con varias marcas.

-Dicen que, el sector de la vivienda, es donde más se ha notado la crisis…

-Desde luego que no nos ha sido indiferente pero, al ser pisos en el centro de Madrid con unos precios importantes, al bolsillo de quien puede pagarlos no le ha afectado tanto.

-¿Y en el resto de asuntos profesionales? ¿Qué tal le va?

-Bastante bien. Este año me han ofrecido proyectos muy bonitos. Me gusta mucho la fotografía y, participar en campañas con las que me siento identificada, es un placer.

-¿Cuál es la parte de su físico que más le gusta?

- No sé. Soy tan perfeccionista… Los ojos tal vez son diferentes, ¿no? Al ser rasgados parece lo más especial pero tampoco podría decirte. Soy una persona muy exigente conmigo misma.

-De todos modos, su trayectoria en la moda ya es extensa y, en diciembre, se cumplen diez años de su entrada en ella. ¿Era muy diferente aquella Carla?

-Recuerdo que fue un instante de muchos nervios, toda una experiencia gracias a mucha gente que apostó por mí. Por mi ingenuidad, no sabía que había detrás de eso. A los 16 era una niña con cuerpo de mujer que creía tener las ideas claras. Eso sí, mantengo la misma forma de ser, los mismos amigos, las mismas ganas de superarme, de embarcarme en nuevas aventuras…

-¿Me describiría alguna de ellas?

-A nivel de trabajo, seguir con la publicidad y la inmobiliaria y, luego, estoy abierta a varias posibilidades: diseñar, montar una línea… Irá en función de lo que me propongan.

-¿Y personalmente?

- Tener una familia y niños. Eso es algo que me apasiona.

-Turno ahora para las bodas. ¿Le gustan?

-Cuando son de mis amigos, sí, te hace ilusión. Pero sólo ésas (risas)…

-Entonces, ¿no la vemos de blanco?

- No. En desfiles y catálogos, como mucho. En el altar, no.

-¿No han pedido aún su mano?

-Llevamos poquito... Sólo diez meses… Cada cosa a su tiempo.

-¿Es usted complicada como pareja?

-(Piensa) Bastante normal pero te advierto que entramos en terreno pantanoso (risas).

-La entiendo, aunque comprenderá el interés puesto que es muy conocida. ¿Lleva mal la fama?

-Es que no me acuerdo de antes… La mía es una existencia corriente. Como mucho es que, al pasar por algún lado, te conozcan y comenten algo como "es diferente a cuando sale en la tele". No obstante, no es algo que me condicione. Me considero "supertranquila".

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