Gemma Mengual

"Mi hijo es ahora mi gran prioridad"

  • Su primer hijo, Nil, acaba de cumplir cinco meses y su mamá, Gemma, lo celebra presentando nuevos productos de alimentación infantil.

Acaba de reaparecer y nadie diría, por su rápida recuperación, que Gemma Mengual acaba de ser mamá de un pequeño de cinco meses llamado Nil, fruto de su relación con Enric Martín. Junto a éste, la nadadora ha encontrado la estabilidad sentimental necesaria para dar el difícil paso hacia una maternidad la cual, aunque le haya alejado de esa pasión que, para ella, es su profesión, le está compensando cualquier sacrificio. Así, a sus 33 años, la conocida como sirena de Barcelona, se ha confesado para nuestros lectores durante el acto de presentación de los nuevos productos de alimentación de la empresa especializada Nutribén.

-Antes de nada, ¿cómo lo ha hecho para recuperarse tan bien como se la ve?

-Bueno es que, en realidad, tampoco gané demasiado peso durante el embarazo pero todavía me hace falta perder un par de kilitos… Será que también tuve una gestación muy activa (risas).

-¿Le ha cambiado Nil la vida tanto como dicen que la cambian los hijos?

-No pensaba mucho sobre eso pero sí, claro. Hasta que no lo pasas, no lo sabes y, la experiencia ha sido increíble. Es bonito, merece la pena y compensa. Desde que nació, todo gira alrededor de él. Mi hijo es ahora mi gran prioridad.

-¿Es un niño tranquilo?

-Mucho. Apenas llora. Solo cuando tiene hambre o sueño. Por lo demás, es estupendo.

-Y en la alimentación, ¿le da el pecho o prefiere confiar en firmas como Nutribén?

-Le di el pecho un mes y medio pero tuve que retirárselo porque sufrí un cólico y el médico me lo recomendó. Por eso uso el biberón y la leche de crecimiento y continuación de esta casa.

-Siento la pregunta típica pero, ¿a quién se parece?

-Creo que más a Enric que a mí. Es más morenito aunque mi madre dice que le recuerda a mí de chiquita.

-¿Se considera una mamá sobreprotectora?

-Supongo que todas somos protectoras con nuestros hijos. Y sufridoras también (risas).

-El papá, ¿se implica?

-Sí. Me ayuda todo lo que puede y… ¡hasta le da el bibe! (risas). Por otro lado, mi madre también me echa muchas manos.

-Entonces, ¿con ganas de repetir?

-En un año o dos seguro. Depende también de lo deportivo pero, en cuanto se presente la oportunidad, voy a por otro…

-¡Ah! ¿Familia numerosa?

-Por lo pronto, dos es seguro. Después, ya veremos. A mi compañero sí que le gustaría que fuesen tres o cuatro pero cada cosa a su tiempo (risas).

-¿Y la competición? ¿La ha dejado definitivamente?

-No, no. Me planteo regresar siempre que pueda llevarlo con lógica y organización. La natación es un deporte sin horas y eso, en esta situación mía, es más difícil. Los entrenamientos precisan una entrega del cien por cien y, una vez empiezas, se convierten en una prioridad absoluta. Con Nil no me daba lugar a más y por eso he decidido aparcarlo una temporada.

-Pero echará de menos las piscinas y el agua, ¿no?

-Claro que sí aunque, cada día que pasa, un poquito menos. Cuanto más tiempo transcurre, más te cuesta regresar.

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