Pasarela

Una optimista batalla personal contra el cáncer

  • Al actor Michael Douglas se le acaba de diagnosticar un tumor en la garganta que, según sus propias palabras, enfrenta con muchos ánimos y ganas de vencer

Tiene 65 años y, su vida, no ha sido un "camino de rosas". Hijo del gran actor Kirk Douglas, a Michael Douglas se le presentan por delante, de momento, ocho semanas de radioterapia y quimioterapia para superar el cáncer de garganta que, a raíz de un comunicado enviado por su representante a la revista People, se ha sabido que sufre. Una desafortunada noticia la cual, no obstante, su protagonista tiene intención de afrontar con todas sus energías pues, a punto de estrenar la segunda parte de Wall Street -Wall Street: Money never sleeps-, la película con la que obtuvo uno de los dos Oscar de Hollywood que posee, el intérprete no está dispuesto a claudicar frente a la adversidad.

Y es que, además de su propia debilitada salud, el marido de Catherine Zeta-Jones tuvo que enfrentarse, el pasado mes de abril, con la condena de cinco años de cárcel que se le imputó a su primogénito, Cameron, por tráfico de drogas (a las que es adicto desde los 13 años), situación que se sumó a la pena de haber perdido, en 2004, a su hermano, Eric Douglas, víctima de una sobredosis de alcohol y productos estupefacientes. Si a eso le sumamos la denuncia de su ex mujer, exigiendo la mitad de las ganancias del sueldo del artista, y de los derechos del mencionado rodaje de Oliver Stone, el panorama se vuelve tan complicado que parece difícil que Douglas encuentre un asidero al que agarrarse.

Recordemos que, la ruptura de su primer matrimonio, fue bastante traumática pues, casado entre 1977 y el 2000 con la elegante Diandra Lucker, la despechada esposa acusó a su compañero de sufrir una desmesurada adicción al sexo -desde el principio de estar juntos- bajo la que exigió, nada más y nada menos, una compensación económica de 45 millones de dólares. Así se produjo la que ha sido uno de los divorcios más caros de Hollywood tras el que, enseguida, apareció en escena la guapa galesa, Zeta-Jones, madre de sus dos hijos pequeños, Dylan y Caris, y con la que se distancia en edad un cuarto de siglo (algo que, no obstante, no ha sido impedimento para consolidar su amor).

Más allá, Michael Douglas cuenta en su haber con desdichas como la de involucrarse, en 1980, en un accidente de esquí que le costó tres años de estar alejado de su carrera profesional. O el ingreso al que se vio obligado a someterse, en septiembre de 1992, debido a unos continuos abusos de la bebida que, con frecuencia, no sólo le han costado infinidad de disgustos personales sino que, además, le han puesto de forma constante en el punto de mira de la prensa y, en consecuencia, de la sociedad. Todo un largo historial, por tanto, para un mito de la gran pantalla que, paradójicamente, comenzó su trayectoria en la televisión, donde realizó, durante varias temporadas, la serie Las calles de San Francisco.

Productor de Alguien voló sobre el nido del cuco -por la que recibió su primer Oscar-, en su currículum personal figuran títulos de tanta repercusión como Tras el corazón verde, Atracción fatal (para la que compartió cartel con otra "grande" como Glenn Close), o la archiconocida Instinto básico (plataforma que lanzó al "estrellato" a Sharon Stone). Aparte, posee una maravillosa villa en Mallorca donde, desde hace mucho tiempo, suele pasar períodos vacacionales siempre que tiene oportunidad y en la que, ¿por qué no?, podría reponerse de este tumor que no hace sino reafirmar la que, ya de por sí, es una inusitada fuerza vital.

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