Pocos saben que su nombre completo es Natalia Carolina Verbeke. De su acento argentino natural nada queda, pero sí de la niña que con 11 años se trasladó con su familia a España, concretamente a Madrid donde desde muy joven pudo desarrollar su talento innato para la interpretación, el baile y el canto. Natalia Verbeke comenzó joven a coquetear con todas estas artes, estudió en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y se formó en danza clásica. Su debut en el cine llegó a finales de los 90 y desde entonces no ha parado. Ahora, a sus 38 años, vive uno de sus mejores momentos personales y profesionales. Comprometida con su novio, el chef Jaime Renedo, y saboreando las mieles del éxito gracias a la serie de Antena 3 Bienvenidos al Lolita, donde puede explotar todo su potencial como actriz y artista.

-'Bienvenidos al Lolita' le ha permitido mostrar en televisión su faceta más desconocida como cantante y bailarina. ¿Cómo se siente?

-¡Feliz! Sí que había bailado mucho en cine pero en televisión muy muy poco. Participar en una serie como ésta es un verdadero lujo para los actores que nos hemos formado en canto y danza, porque engloba todo.

-Natalia Verbeke tiene pinta de ser más de tango, ¿no es así?

-(Ríe). Me encanta el tango, pero me he formado sobre todo en danza clásica.

-Ahora, al estudio de los guiones hay que sumar cuidados para la voz y ejercicio para estar en forma...

-Sí, pero no es ningún suplicio para mí porque lo hago habitualmente. En nuestra profesión hay que cuidarse la voz y estar fuerte para dar la talla durante 11 ó 12 horas de rodaje diarias...

-¿Se cuida mucho? ¿Es de esas mujeres especialmente coquetas?

-Me cuido y hago deporte pero no es sólo por una cuestión física. Lo necesito para mi cabeza, hay que estar sana por fuera para tener nuestra mente bien.

-Se mira al espejo y ¿qué queda de esa Natalia Verbeke que nació y creció en Argentina?

-Pues queda mucha familia, muchos recuerdos y, sobre todo, muchos olores. Soy una persona que tiene ese sentido muy desarrollado y cuando recuerdo, sobre todo mi infancia, la recuerdo oliendo, es algo inevitable.

-Violeta, su personaje en 'El Lolita', es una mujer muy racional. ¿En esto se parecen o es más de dejarse llevar por los impulsos?

-Más que racional Violeta es una mujer sensata, de pensar las cosas dos veces, yo en ese sentido soy más naif más soñadora. Tenemos en común que ambas somos mujeres pasionales, de instinto.

-Además de como actriz, actualmente está trabajando duro en la fundación Casa del Actor. ¿Qué tal va el proyecto?

-Me siento plena en este proyecto, que tiene como objetivo dar una vivienda digna a esos actores y actrices que, una vez jubilados, no tienen medios económicos para tener un hogar por haber tenido una profesión tan dura como digna. Estamos haciendo subatas y otras actividades para poder llevar a cabo la primera fase de esa casa. Todo el mundo puede colaborar con donaciones a través de la web, les animo. Es la forma de devolverles todas las risas y la cultura que nos han regalado con sus trabajos.

-Plena en lo profesional, pero tampoco le va nada mal en lo personal...

-Para nada, estoy atravesando un momento personal precioso, y se me nota.

-Tanto que está a un paso del altar... Se rumorea que planea boda con su chico. ¿Nos lo puede confirmar?

-Sí, lo de mi boda no es un rumor sino una realidad. Te lo confirmo, no se aún cuando será, pero efectivamente ¡me caso!