Pasarela

"Hasta que no estuve en la tele, no me valoraba"

  • El cantante presenta su primer disco, 'Sueños cumplidos' En él incluye tres temas propios

Sueños cumplidos es el primer disco de David Barrull, ganador de la segunda edición del programa La Voz, en el que incluye versiones de canciones muy populares y tres temas propios para que el público "vaya viendo" lo que puede dar de sí en su aporte al flamenco y rematar su sueño: "Quedarme en la música". Todavía tiene la sensación de que todo va "muy rápido", porque solo han pasado dos meses desde que ganó La Voz. Ya tiene disco (se publica el 4 de marzo) y está inmerso en una gira de 40 conciertos con las entradas agotadas en muchas ciudades.

El primer concierto de su vida, en Granada el pasado 13 de febrero y ante 1.200 personas, fue "una experiencia increíble, muy emocionante", explica Barrull (Santander, 1986), que se confiesa "tímido" y que, una vez superado el "miedo" a las cámaras, vive este "cambio radical" en su vida como un "aprendizaje diario".

Sueños cumplidos, con canciones tan famosas como el bolero Adoro, de Armando Manzanero; Lucía, de Joan Manuel Serrat, o Como las alas al viento, que popularizó Rocío Jurado, es un punto y seguido en esa vorágine televisiva. "La música ha sido siempre mi pasión. Sabía que se me daba bien, pero hasta que no estuve en La Voz no me valoré en la justa medida", explica en una entrevista Barrull, que se presentó al concurso animado por su familia, conocida en Santander como 'la de los Gabrieles', en la que desde niño escuchó a las grandes figuras del flamenco.

La Voz le permitió compartir escenario con artistas como Alejandro Sanz, Antonio Orzco o Malú, y con esta última ha grabado para su disco la canción Al alba, a la que ésta, su coach en el programa, ha aportado "frescura y dulzura". De ella se queda con un consejo: "Que haga lo que sienta, porque lo auténtico es lo que marca la diferencia". Y eso es lo que ha intentado hacer en los tres temas propios que incluye en su disco: Has sido tú, dedicado al público que le apoya; Me siento solo, una "rumba flamenquita", y Preciosa y aire, unas bulerías para poner música al poema homónimo de Federico García Lorca. Este último tema "es especial", dice y se le iluminan los ojos, porque lo hizo para enseñar a los niños con los que trabajaba como mediador social de la Asociación Gitanos de Hoy que "flamenco y poesía van de la mano". Un trabajo que tuvo que dejar ya al final de La Voz, "porque había gastado todos los días de vacaciones y no podía cumplir con el puesto", apunta el cantante.

Barrull ve en su propia trayectoria un "referente" para su pueblo, en el que "hay mucho talento (...)", aunque también reconoce que "el trabajo y la formación es muy importante". Ahora ha facturado su primer disco, publicado por Universal, como señalaban las bases de La Voz, con "total libertad", siguiendo el camino que inició en la televisión con el tema Mi marciana, de Alejandro Sanz y primer sencillo de Sueños cumplidos: flamenco-pop para todos los oídos, adornado con "detalles puros".

Casado y con dos hijas, Barrull no pisa su casa desde el 6 de febrero, subido en una vorágine de promoción y conciertos que le llevarán por media España durante los próximos meses, hasta llegar el 16 de mayo a su Santander natal. '¿Y después?' "Me gustaría tener un hueco en la música, que esto no sea una temporada. Llegar a la música para quedarme, eso me gustaría...", concluye con la aparente tranquilidad con la que el artista afronta su nueva vida.

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