El pasado mes de julio la Junta de Andalucía dio luz verde a la búsqueda de Federico García Lorca. Una comisión técnica valoró que existen indicios suficientes para emprender un nuevo intento en el que la Junta de Andalucía tenía previsto pilotar la propuesta y licitar, pasado el mes de agosto, el concurso público de la investigación. 

Sin embargo, ante el posible cambio de Gobierno en la Junta de Andalucía han comenzado a aparecer las dudas y la incertidumbre. La Asociación Verdad, Justicia y Reparación ha expresado a Efe su temor de que un futuro gobierno formado por un "tripartito de derechas" y apoyado por Vox "meta en el cajón del olvido" la Ley de Memoria Histórica en Andalucía y, con ello, la actuación de la Junta en la posible fosa de Federico García Lorca.

Su portavoz en Granada, Francisco Vigueras, ha señalado que los colectivos memorialistas, ante la posibilidad de un nuevo Ejecutivo de esa ideología, temen que se pongan incluso en marcha políticas “de contramemoria”.

"Nos toca ahora mantener el tono reivindicativo para que haya justicia, dignidad y reparación para las víctimas del franquismo", ha indicado Vigueras, que ha lamentado que en la pasada legislatura con un Gobierno del PSOE apoyado por Ciudadanos "apenas se haya avanzado" en materia de Memoria Histórica.

"Llegamos a esta situación con demasiadas cosas pendientes. Ha habido mucho ruido y pocas nueces”, ha indicado el portavoz, que ha recordado que todavía se esta a la espera de la convocatoria del concurso público anunciado por el Gobierno andaluz para hacer unas catas en la fosa común de Alfacar (Granada) donde podría yacer Federico García Lorca junto a otros fusilados.

"Esto no lo veo claro, tememos que lo vayan a paralizar”, ha añadido, al tiempo que ha recordado que capitales andaluzas como Granada todavía mantienen más de una treintena de calles con nombres franquistas.

Vigueras ha apostado por seguir manteniendo las reivindicaciones de memoria para exigir el cumplimiento de resoluciones de la ONU y del Parlamento Europeo, además de la propia normativa nacional sobre esta materia.

"Ha habido lentitud, burocracia y falta de voluntad política", ha insistido, aunque ha destacado logros como el de conseguir que la tapia del cementerio de Granada o la antigua prisión de esta ciudad hayan sido declarados oficialmente lugares de memoria.