Jerez

Calles y muertos, un breve paseo por la historia de cementerios en Jerez

  • Calles de las Ánimas, Honsario, Santo Domingo o plaza del Arenal son algunos de los puntos de la ciudad relacionados con cementerios o necrópolis

Antiguo cementerio de Santo Domingo.

Antiguo cementerio de Santo Domingo.

Siempre viene bien un poco de historia y con motivo de la celebración de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos, algunos estudiosos nos hablan de cementerios que tuvo Jerez y de enclaves con nombres que hacen referencia a ellos por su cercanía. Por ejemplo, dos calles pequeñitas con nombre de Ánimas, una en San Pedro y otra en San Lucas. "Calles que se supone que daban al muro de la iglesia donde estaba el retablo de ánimas", recuerda el historiador Manuel Romero Bejerano.

Las cofradías de Ánimas de la ciudad fueron promotoras de este tipo de retablos. "En Jerez -cuenta José Manuel Moreno Arana- durante los siglos XVII y XVIII abundó este tipo de hermandades ya que el culto a las "ánimas benditas del Purgatorio", rechazado por los protestantes, fue durante esa época promovido por la Iglesia Católica. En todas las parroquias y algunos conventos se hicieron retablos con esta temática, llegándose a realizar durante el siglo XVIII algunos tan espectaculares como el que todavía admiramos en la iglesia de San Miguel". 

Otra calle relacionada con cementerios es por ejemplo, sin ir más lejos, Honsario, donde se ubicó el cementerio de los judíos. Formaba parte del antiguo fonsario de los judíos, concedido después de la Reconquista a la Aljama respectiva de la ciudad por Alfonso X. Dicho enterramiento comprendía el terreno entonces despoblado desde San Francisco a Santo Domingo, con dirección al camino de Arcos.

Uno de los hallazgos del Arenal, en 2004. Uno de los hallazgos del Arenal, en 2004.

Uno de los hallazgos del Arenal, en 2004.

Pasear por el Arenal también nos recuerda el cementerio musulmán hallado en la plaza con motivo de las obras del parking, en 2004-2005. Una antigua necrópolis con más de un centenar de personas distribuidas en 89 tumbas individuales y once osarios. En total, 113 individuos de los que 42 eran hombres adultos, 33 mujeres, a veinte no se les pudo determinar el sexo, y dieciocho niños. La edad media de los hombres era de 36,6 años y las de las mujeres 37,9. Sólo había tres individuos con más de 60 años. La estatura media masculina era de 1,67 metros y la femenina 1,53. En cuanto a asuntos patológicos, sólo se detectaron artrosis, caries y problemas articulares en las rodillas. 

El 3 de abril de 1787, Carlos III emitió una Real Cédula por la cual los cadáveres no podían ser inhumados en los templos. No hay que olvidar que cada parroquia tenía su cementerio, de hecho, detrás de San Miguel están Pavón y Santos, más conocidas como 'las calles de los muertos'. 

Las iglesias eran lugares de culto destacado, primero como templo, también como baptisterio, que estaba ubicado en el exterior, -se ve muy bien en la catedral de Florencia-, y también como cementerio. Lugar de enterramiento hasta que en el siglo XVIII las autoridades sanitarias lo prohibieron por cuestiones de salud y porque la fiebre amarilla se enseñorea. De ahí, entre otras aplicaciones, el uso del incienso por el terrible olor de los templos. Fue entonces, a raíz de este bando, cuando se empezaron a hacer los primeros cementerios al aire libre y civiles, ya que pasaron a ser costeados por los ayuntamientos. Tras esta prohibición continuaron los enterramientos de las familias más destacadas en algunas iglesias. "Los conventos de monjas todavía hacen enterramientos en su interior, como era el Espíritu Santo, en la calle Barja o en la propia Cartuja", subraya Bejarano al respecto. 

Bien es sabido que la calle Santo Domingo acogió un cementerio. Hoy muchos recordarán el muro que lo rodeaba y que lo envolvía en un halo de misterio cercano, pero tan lejos a la vez. Fue construido en 1834, con motivo de una epidemia de cólera, que causó aquel año la friolera de cerca de 2.400 defunciones, muchas muertes para un Jerez que por aquel entonces contaba con cerca de 45.000 habitantes. Estuvo activo hasta 1957.

"Al crearse el nuevo Cementerio de la Merced por Julián de la Cuadra, e inaugurado en 1945, sólo se transportaron los restos, lápidas y mausoleos que exigieron en legitimidad los familiares aún vivos de los finados. Desconocemos qué se hizo con los demás restos, o con las fosas comunes. En los años 80 del siglo XX la piqueta entró a saco en el antiguo Cementerio General (en la calle Santo Domingo) derribando mausoleos, esculturas, lápidas, escudos, etc., algunos de gran valor. Una actuación de difícil explicación desde el punto de vista de la conservación del patrimonio que conllevó la pérdida irreparable de arte funerario decimonónico de gran valor artístico, que se perdió para siempre", recuerda Jesús Caballero Ragel. 

Obviamente, a esta lista habría que sumar enterramientos dispersos que ha habido y se han ido hallando por toda la ciudad con restos de épocas antiguas con o sin precisar. Son mayores las referencias sobre cementerios en época moderna y contemporánea, tal como hemos visto. Bajo nuestros pies está la historia y también el misterio.  

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios