Manifestación

Los funcionarios de prisiones “lloran” por la muerte de su dignidad

  • Unos 300 empleados del penal de La Ribera y del CIS recorren el centro portando un ataúd

  • Los participantes solicitan la dimisión de la subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo

Manifestación de los funcionarios de prisiones por el centro.

Manifestación de los funcionarios de prisiones por el centro. / Josué Correa (Huelva)

Quinto día de huelga general para los sindicatos de prisiones. En Huelva, Acaip, UGT, CCOO y CSIF se movilizaron por el centro en una manifestación-funeral con la que escenificaron la muerte de la dignidad de los empleados penitenciarios. La protesta, que se inició en la plaza de la Constitución, concentró a unos 300 funcionarios de la penitenciaría de La Ribera y del Centro de Inserción Social David Beltrán en torno a un ataúd de cartón que atrajo las miradas de todos los viandantes.

El delegado de Acaip en Huelva, José Juan Serrano, indicó que las movilizaciones –que se extienden hasta la jornada de hoy– tienen su origen “en el ostracismo al que nos tiene condenados la Administración penitenciaria y los grupos parlamentarios, que no nos hacen caso y quedan en agua de borrajas las promesas que nos hacen”.

Tras dos jornadas de huelga en el mes de octubre, la indignación del colectivo de trabajadores penitenciarios “ante el inmovilismo del Gobierno nos ha llevado a las organizaciones sindicales a convocar otras cuatro jornadas de huelga” que este fin de semana han afectado especialmente al servicio de comunicaciones y ha acabado con una denuncia contra el director del centro penitenciario, Alejandro Zulueta, por presuntamente agredir a un funcionario en la sentada que llevaron a cabo el pasado sábado en la puerta de acceso al penal.

La comitiva fúnebre echó a andar y puso rumbo a la calle Berdigón, sede de la Subdelegación del Gobierno en Huelva. Por el camino varios participantes repartieron esquelas a los ciudadanos y silbaron y tocaron bocinas al grito de “funcionarios de prisiones”.

En una de las pancartas podía leerse “no era sacarina, sí era metadona”, en clara referencia a la intoxicación de los seis enfermeros que han permanecido ingresados cuatro días tras consumir accidentalmente el opiáceo sintético por causas que todavía se investigan.

La concentración finalizó ante la Subdelegación del Gobierno, donde los manifestantes se dirigieron a la subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, con la consigna de “Parralo, da la cara, dimisión”. Guardaron además un minuto de silencio por su dignidad, pese a que “tenemos la esperanza de que resuciten al muerto”.

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