Va tan engreído en su figura publicitaria que Pedro Sánchez se permite groseros gestos contra el jefe del Estado.

La voluntad regeneradora de Íñigo Errejón ha pasado siempre por único camino: ser él quien encabece el cotarro.

Que el PSOE gobierne Navarra con el apoyo de Bildu demuestra lo perdida que tiene Pedro la brújula de la decencia.

Mi reconocimiento por saber trasladar sus culpas a los demás, y quedar como el oprobiado por sus rivales.

De las pruebas de lo dicho por Pilar Rahola contra el Rey emérito sólo tenemos su cansina palabra.

La socialdemocracia del sur de Europa, según Marlaska, consiste en hacernos culpables por llevar la cartera en un lugar tentador.

Para tener derechos en una democracia como la nuestra es necesario también cumplir con las obligaciones.

La buena noticia para Andalucía es la peor para el PSOE de la endiosada Díaz, a la que acumular derrotas le sienta mal.

Libertad de expresión es respeto, pero enseñar el culo en vez de la palabra es mostrar poco respeto a ese derecho.

Todo para esconder que, en realidad, es la medida de la izquierda para no reconocer sus propias derrotas.