La magistrada rechaza su recusación en Invercaria

Alaya dice que es "absolutamente neutral" y que ha criticado igual al PSOE y al PP

  • Reitera que sufrió la injerencia del poder político por la falta de independencia de la Fiscalía y en la comisión de servicio que solicitó al CGPJ

  • Critica a la prensa porque "algunas de las expresiones puestas en su boca son titulares periodísticos" y son palabras que "nunca" pronunció

La juez Alaya cree que los cambios en Justicia deben hacerse en frío

La juez Mercedes Alaya ha rechazado la recusación que ha planteado contra ella el ex consejero andaluz Francisco Vallejo para juzgar una pieza del caso Invercaria y afirma que su posición es “absolutamente neutral“ y que ha criticado por igual al PSOE y al PP.

En el escrito en el que se opone a su recusación, al que ha tenido acceso este periódico, la juez reitera sus acusaciones de que sufrió la injerencia del poder político, entre otros aspectos en la resolución de la comisión de servicio que solicitó al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para terminar la instrucción de los casos de corrupción y “el resultado fue que los vocales votaron por unanimidad denegar dicha comisión“.

La instrumentalización de la Justicia por parte del poder político en la instrucción de los casos que investigó procedía, a su juicio, tanto de las partes acusadoras como del Ministerio Fiscal “por no ser un órgano del poder judicial independiente”. También el PP "utilizó a su favor aquellos procedimientos de forma que los intereses políticos de cada momento, que fueron diferentes en el tiempo, repercutían en dichos procesos judiciales".

Alaya fue recusada por sus declaraciones periodísticas y en el Club Siglo XXI de Madrid y su primer reproche va dirigido contra los periodistas: “algunas de las expresiones puestas en mi boca son titulares periodísticos“ y “nunca fue una expresión pronunciada por mi”.

Desconfía de la prensa pero invita a recurrir a la hemeroteca como prueba "comprobable por cualquiera" de las "interferencias que he recibido en mi independencia judicial". Esas "interferencias y presiones" venían sobre todo del PSOE "como partido al que pertenecían buena parte de los investigados", pero a ella le resultaba indiferente el color político y lo "realmente importante es que las interferencias existían".

"Considero inadmisible los ataques a la independencia judicial, provengan de donde provengan, y la injerencia del poder político, sea del color que sea". "En modo alguno siento la menor animadversión hacia el PSOE", asevera. 

Contra Vallejo tampoco tiene "la menor sensación o sentimiento de índole subjetivo, negativo o positivo", y además tampoco le mencionó en las intervenciones objeto de la recusación. Basar una recusación en la pertenencia del ex consejero al PSOE "carece del más mínimo sustento jurídico", pues a la misma conclusión podría llegarse si perteneciera al PP, partido al que también ha criticado la magistrada.

Destaca que intervino en el Club Siglo XXI "como ciudadana" y afirma que la visión que, como juez instructora, "lamentablemente" tuvo de las injerencias "no es extrapolable a otros procedimientos, ni extrapolable tampoco a la labor del órgano de enjuiciamiento", que es la que le compete ahora.  

Alaya dice que "solo le causa sorpresa" la vinculación que hace el propio Vallejo entre el "clientelismo político" que la juez denunciaba en sus intervenciones y el hecho de que el caso Invercaria "entronca directamente" con esa figura del clientelismo político. "Preveo un ligero interés en contaminar mi imparcialidad", escribe la juez, pues afirma que del caso Invercaria solo sabe hasta ahora que hay recursos pendientes y que aún no se ha podido señalar fecha para la vista.

La magistrada ha sido designada ponente del juicio en la Audiencia contra Vallejo y otras cinco personas por las ayudas a la empresa malagueña Servivation, una de las piezas del caso Invercaria. El ex consejero de Innovación se enfrenta a una petición del fiscal de seis años de cárcel y diez de inhabilitación

Al haber rechazado la recusación la propia interesada, el tribunal al que pertenece la ha enviado a reparto, se nombrará un magistrado instructor y otra sala de la Audiencia la resolverá.

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