Málaga es un paraíso para senderistas: las tres rutas que están arrasando este otoño
El otoño tiñe de colores los paisajes malagueños y ofrece experiencias únicas a los senderistas
De las montañas de Ronda a los embalses de El Chorro: tres caminos que muestran la esencia natural de Málaga
Un recorrido por la Gran Senda y la Sierra de las Nieves para descubrir la belleza más pura de la provincia
El otoño convierte a Málaga en un auténtico paraíso para los amantes del senderismo. Las temperaturas suaves, el aire fresco de la sierra y la diversidad de paisajes hacen de este mes una época ideal para recorrer algunos de los parajes naturales más espectaculares de la provincia. Desde las sierras interiores hasta los caminos que bordean ríos y embalses, Málaga ofrece una red de rutas que combinan naturaleza, historia y belleza en cada paso.
Ruta entre Campillos y Álora: un recorrido entre embalses y bosques
La Etapa 20 de la Gran Senda de Málaga ofrece un recorrido singular que une Campillos con Álora, en un trayecto de 22 kilómetros marcado por la presencia de embalses, bosques mediterráneos y restos de ingeniería hidráulica. Su punto de partida se encuentra en el Mirador de los Tres Embalses, a 486 metros sobre el nivel del mar, donde confluyen los ríos Turón, Guadalteba y Guadalhorce.
Desde este mirador, que fue utilizado como punto de control topográfico en los trabajos de construcción a principios del siglo XX, se pueden contemplar panorámicas impresionantes de los tres embalses que conforman una red hidrográfica única en Andalucía. A lo largo del recorrido, el senderista bordea estos pantanos, rodeado de encinares, sabinas y cornicabras, junto a un sotobosque que mezcla lentiscos, aulagas, espinos negros y enebros, componiendo un entorno de gran riqueza vegetal.
El tramo final se adentra en una zona de canteras y pantanos cercanos a ElChorro, donde la naturaleza y la obra humana conviven en armonía. Este recorrido, de dificultad elevada y unas seis horas de duración, permite contemplar algunos de los paisajes más característicos del interior malagueño, donde los tonos dorados del otoño se reflejan en las aguas tranquilas de los embalses.
Ruta de El Burgo a Ronda: un viaje entre montañas y ríos
La Etapa 23 de la Gran Senda de Málaga, que une los municipios de El Burgo y Ronda, es una de las travesías más destacadas para quienes buscan un recorrido de media-alta exigencia en plena naturaleza. Se trata de un sendero lineal de unos 24 kilómetros, que requiere aproximadamente siete horas para completarse. A lo largo del camino, los senderistas atraviesan paisajes de montaña, valles fluviales y bosques de ribera que reflejan la belleza más serena del interior malagueño.
El itinerario arranca en El Burgo, siguiendo la carretera hacia Yunquera y cruzando el ríoTurón, un curso de agua que acompaña gran parte del trayecto. El entorno está marcado por los diques tradicionales, los altos chopos y fresnos que flanquean el cauce, y las pozas donde crecen los saos. La riqueza natural de este paisaje se aprecia también en la fauna acuática que habita las aguas limpias del río, en contraste con el silencio de las montañas que lo rodean.
El recorrido pasa junto al sendero de la Fuensanta y continúa hacia el dique de la Presa, un punto panorámico que ofrece una de las vistas más tranquilas del recorrido. Este tramo es perfecto para disfrutar de la calma del entorno y de la sensación de desconexión que solo se encuentra en los parajes serranos del interior de Málaga.
Ruta a la Cueva del Agua: exploración en el corazón de la Sierra de las Nieves
En pleno corazón del Parque Nacional Sierra de las Nieves, la ruta a la Cueva del Agua propone un desafío para los senderistas más experimentados. Catalogada como la Etapa 2 de la GR 243, une los pueblos de El Burgo y Yunquera a lo largo de unos 24 kilómetros, con un desnivel acumulado de más de 700 metros y una duración estimada de entre ocho y nueve horas.
El sendero atraviesa un entorno de gran valor ecológico y geológico, donde los encinares, pinares y bosques de pinsapos conforman un paisaje de montaña único en la península. A lo largo del recorrido, los caminantes pueden disfrutar de afloramientos de agua cristalina, miradores naturales y panorámicas que abarcan valles, cumbres y cañadas que cambian de color con la luz del otoño.
El destino final es la Cueva del Agua, una gruta rodeada de misterio y belleza natural que invita a imaginar cómo era la vida en estas sierras siglos atrás. Este enclave ofrece una conexión directa con la historia y la naturaleza, en un recorrido que combina aventura, silencio y una inmersión total en uno de los territorios más emblemáticos de Málaga.
Temas relacionados
No hay comentarios