Lotería de Navidad

Los bombos para el sorteo del Gordo de la Lotería de Navidad ya esperan en el Teatro Real a 'estrenar' su función

Las imágenes de la llegada de los bombos al Teatro Real

Las imágenes de la llegada de los bombos al Teatro Real / EFE

El Gordo de la Lotería de Navidad espera ya en el Teatro Real a estrenar su nueva función el próximo 22 de diciembre: a primera hora de este miércoles los bombos, las bolas, la tolva y el resto de material necesario para la celebración del Sorteo Extraordinario han sido trasladados hasta este coliseo cultural.

Poco después de las nueve y media de la mañana, una decena de operarios han ido descargando de varios camiones más de mil kilos de material, y de nuevo los mayores protagonistas han sido los bombos, pero es que no es para menos.

Periodistas, cámaras y fotógrafos han ido captando cómo, con mucho cuidado, los operarios iban colocando en el centro del escenario los cuatro espectaculares bombos, dos "titulares y dos "de reserva" (por si los primeros no funcionan del todo bien y tienen que 'sentarles' en el banquillo).

Unas imágenes que se repiten año tras año y que transcurren con una gran solemnidad. Unos momentos que se podrían decir mágicos porque la mente de los presentes se traslada casi al día del sorteo, a las sonrisas y los nervios de los niños de San Ildefonso, a los abuelos con la familia sentados frente al televisor participando de esa ilusión...

El soniquete de fondo de los niños con los números no suena nunca en este día, pero es como si lo hiciera, porque como ha dicho el subdirector del Juego de Loterías y Apuestas del Estado (Selae), Juan Antonio López, éste día es una fiesta para la organización.

Además, las ventas, según los datos de los que dispone la Selae, y aunque hasta las últimas semanas no se vende casi el 75 %, parece que pueden ser similares a las del año pasado, y en el 2021 batieron un récord.

López no ha perdido detalle para que todo discurriera bien, y especialmente no ha perdido la vista a los dos bombos titulares, e inevitablemente al grande, el primero que han hecho descender de los camiones. Y es que mide 2,64 metros, tiene una anchura de 2,11 metros y pesa 850 kilos.

El diámetro de la esfera, además, es de 1,58 metros, con lo que se pueden hacer una idea de la fuerza de la imagen de este peso pesado realizado con una alineación de latón y bronce, y que acogerá las 100.000 bolas de los números que participan en el sorteo.

Pero al bombo pequeño tampoco hay que perderle de vista porque a fin de cuentas es el que tiene sellados en 1.807 bolas los premios que se van a dar. Fabricado en el mismo material, mide 1,60 de alto por 1,28 metros de ancho, la esfera tiene un diámetro de 74 centímetros y pesa unos 450 kilos.

Son los primeros que han pisado el suelo de El Real. Después, los dos de 'reserva' y ya las otras 'estrellas' del sorteo, las bolas, y especialmente las de los trece premios mayores, que un operario de Loterías ha ido enseñando a los medios de comunicación, engarzadas a los alambres.

Todos buscaban con sus miradas a El Gordo, premiado con cuatro millones de euros la serie, es decir 400.000 euros el décimo (siempre hay que quitar un cero para calcular los premios de los décimos).

El segundo está premiado con 1.250.000 euros la serie y el tercero con 500.000 la serie. Hay dos cuartos con 200.000 euros la serie, y cuatro quintos con 60.000 euros la serie, y no olviden los casi 1.800 premios de pedrea. En total se repartirán 2.520 millones en premios.

El sorteo ha pasado por muchos sitios: por el propio salón de la Selae, el Palacio de Congresos de Madrid y desde hace años el Teatro Real, y éste último es su escenario por excelencia, aunque el material sólo 'sale a escena' hoy , el 21 para el último ensayo con los niños y ya el 22, el día del sorteo.

Desde hoy y hasta la madrugada del 21 permanecerá custodiado bajo estrictas medidas de seguridad en la planta menos dieciséis del Real, y para bombos y bolas será todo un privilegio poder escuchar desde allí la ópera que se representa estos días, "La Sonnanbula", de Vincenzo Bellini, y en especial a su protagonista.

Ella vive un sonambulismo que actúa como el revulsivo necesario para despertar a todos de una pesadilla colectiva, ese revulsivo que el día 22 para muchos, y durante unas horas, es la Lotería de Navidad. 

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