Lejos de acabar con el problema de la prostitución, hay quien piensa que la nueva ordenanza municipal del Ayuntamiento de Málaga no hará más que aumentar la marginalidad en la que viven ahora muchas de las personas que ejercen la prostitución y en criminalizarlas aún más.

Es lo que cree el representante de la ONG Médicos del Mundo en Málaga, Hervé Bertevas, que ocurrirá cuando entre en vigor la norma que, en su opinión, "no se trata de buscar una solución al problema sino de invisibilizarlo con medidas a corto plazo y no sostenibles".

Con la prohibición de practicar sexo en la calle y la imposición de cuantiosas multas tanto a las prostitutas como a los clientes, aseguró que lo que se conseguirá es que "aumente el grado de vulnerabilidad de las mujeres al empujarlas a seguir ejerciendo la prostitución en sitios más inseguros y marginales".

Es una situación "de extremo riesgo" para las prostitutas, con las que esta ONG lleva años trabajando en un programa sanitario, a las que Bertevas considera que habría que ofrecerles algún tipo de alternativa social para garantizarle una mayor protección "porque si no lo que harán será trasladarse a otros puntos".

Médicos del Mundo duda, además, de la base legal sobre la que sustenta esta normativa que ya se aplica en otras ciudades donde "se está dando la razón a muchos de los denunciados que han recurrido el expediente sancionador". Y es que, en opinión del representante de la ONG en Málaga, "no se puede dar el mismo tratamiento al que orina en la calle que a la prostitución porque "no tiene las mismas consecuencias".