Infraestructuras

Aena estudiará el potencial comercial de 90 hectáreas de suelo del aeropuerto de Málaga

  • Licita la contratación de una asesoría externa para que analice también los casos de Palma de Mallorca, Valencia y Sevilla

  • Busca con ello sacar el máximo provecho a los suelos "libres" y "sin uso definido"

Vista aérea del aeropuerto de Málaga.

Vista aérea del aeropuerto de Málaga. / Javier Albiñana

El Gobierno central, por medio del ente Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), quiere conocer en detalle el potencial comercial de unos 900.000 metros cuadrados de suelo libres y sin uso del aeropuerto de la capital de la Costa del Sol. Para ello, siguiendo la estela de lo ya realizado con los aeródromos de Madrid y Barcelona, el organismo estatal acaba de poner en marcha la contratación de una asesoría externa para redactar un plan inmobiliario para las instalaciones aeroportuarias de Málaga capital.

El valor de la licitación alcanza los 1,8 millones de euros, con un plazo global de 60 meses. No obstante, el procedimiento no afecta en exclusiva al aeropuerto de Málaga, sino que engloba también a Palma de Mallorca, Valencia y Sevilla.

"Al igual que ya se hizo en Adolfo Suárez Madrid-Barajas y en Barcelona-El Prat, Aena va a realizar un análisis de los terrenos en estos aeropuertos para identificar las oportunidades de desarrollo de actividades inmobiliarias complementarias a los usos aeroportuarios", explicaron desde Aena. Las fuentes consultadas aclararon, no obstante, que sean los usos relacionados con la carga aérea y la logística los que tengan mayor potencial.

El pliego de condiciones técnicas que rige este procedimiento incluye, entre sus anexos, un mapa del aeropuerto en el que se visualizan las edificaciones ya existentes, con una superficie ejecutada de 54.000 metros cuadradas, así como unas 90 hectáreas se suelos calificados como potenciales.

Aena sigue la estela de los planes inmobiliarios ya impulsados en los aeródromos de Madrid y Barcelona

La finalidad marcada por Aena pasa por sacar el máximo provecho a los suelos "libres" y "sin uso definido" de los que dispone. No obstante, para ello, subraya la necesidad de determinar "qué parte de esos suelos no tiene potencial comercial a medio/largo plazo", para lo que se fija un horizonte de 40 años, y "qué parte de esos suelos podrían acabar siendo comercializados a medio/largo plazo y la valoración económica de su potencial comercial".

En este contexto, la obligación de la empresa que resulte adjudicataria será la de definir el plan inmobiliario, realizando un análisis en detalle de la situación actual de los activos y de su potencial inmobiliario. Con esta primera etapa sobre la mesa, se dará paso a una segunda, en la que se fijará la "visión y el estudio de alternativas", aplicando para ello criterios como la contribución que tienen esos espacios al crecimiento del aeropuerto, la viabilidad económica y rentabilidad prevista, los costes estimados para su desarrollo y la facilidad de comercialización.

Otro de los campos a cubrir es disponer de un análisis comparativo de otros aeropuertos internacionales de referencia y otros desarrollos inmobiliarios. Aunque la licitación afecta por igual a los cuatro aeropuertos nacionales, considerados como "los de mayor importancia inmobiliaria" tras Madrid y Barcelona, se da prioridad a Málaga y Palma de Mallorca.

El éxito comercial del aeropuerto malagueño en los últimos años va a obligar a Aena a poner en marchas nuevas inversiones. En este sentido, recientemente los responsables del aeródromo informaron de la previsión de invertir casi 50 millones de euros entre el año que está a punto de finalizar y 2019 para mejorar el servicio, modernizar las instalaciones, aumentar su seguridad. El plan estatal incluso extiende la vigencia de estas actuaciones hasta 2021.

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