Málaga

Agosto, el gran éxodo vacacional

  • Coincidiendo con las vacaciones veraniegas el aeropuerto de málaga registrará un total de 288.829 pasajeros

Colas, esperas y más colas. Ésa era la imagen incesante que se daba ayer en el aeropuerto de Málaga y que tiene previsto continuar hasta mañana, coincidiendo con la operación especial de agosto, en la que se efectuarán, según fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), 1.789 vuelos, entre aterrizajes y despegues, con un total de 288.829 plazas de viajeros. El aeródromo, que estrenó el pasado mes de marzo la Terminal 3, era un continuo ir y venir de maletas, turistas primerizos, empresarios consagrados, prisas de última hora y paciencia. Mucha paciencia. Y es que, a pesar de que los vuelos cumplieran escrupulosamente los horarios fijados -a excepción de las tres horas de retraso de los vuelos procedente y con destino a Oslo- el tiempo medio recomendado de antelación para efectuar el check-in es de 90 minutos.

Parejas anticipando lo que será un viaje romántico, grupos de amigos bailando cánticos compuestos para la ocasión, paseos por las tiendas, consolas y llamadas telefónicas mataban las largas horas de espera. Los que comenzaban sus vacaciones, con más entusiasmo que los que partían de regreso. "Hemos pasado dos semanas en un hotel de Torremolinos, es la primera vez que venimos a la Costa del Sol y, después de estos días de playa y relax, va a ser realmente difícil volver al trabajo", confesaba Marian Pikkarainen, de regreso a Helsinki.

Pero viajar, a pesar de ser en agosto, no está reñido con el ocio. "Vamos a pasar 14 días en un campamento de Gerona, para trabajar con niños huérfanos" manifestaba Juan Carlos Galán. "Nos toca trabajar en verano, pero ya que vamos dos parejas, nos lo tomaremos como unas vacaciones". Del mismo modo pensaban los numerosos grupos de estudiantes que partieron ayer con destino a Londres mediante las becas Mec, de formación de idiomas en el extranjero. "Nos vamos 21 días, pero llevamos ropa para 21 meses" aseguraba María del Mar Roldán, junto a sus compañeras de viaje.

También en el ajetreo del aeropuerto quisieron participar numerosos familiares que, en muchos casos emocionados, ayudaban a transportar el equipaje y aguardaban pacientes a la despedida. "Hemos venido desde Jaén a traer a mi sobrino y hasta que en las pantallas no informen de que el vuelo ha salido, no tenemos pensado irnos", aseguraba Juan Jándula con unos familiares. Y es que, cuando de viajes se trata, la familia juega un papel importante, tanto en la despedida como en el reencuentro. "Llevamos un año viviendo en Torrox y, siempre que tenemos descanso en el trabajo, aprovechamos para viajar a Birmingham y visitar a la familia", contaba Sarah Melton.

El aeródromo malagueño operó ayer un total de 382 vuelos, un 4,1% más que en el mismo día del año pasado y cerca de un 5% más de pasajeros, que sumaron 62.988. No obstante, la jornada transcurrió sin incidentes, exceptuando los contratiempos particulares, inevitables en todo aeropuerto que se precie. "Al llegar, hemos recogido nuestra maleta destrozada, así que vamos a comprar una antes de coger el tren hacia Benalmádena. No vamos a estropear el viaje por una tontería", comentaba James Street, que viajaba desde Liverpool por segundo año consecutivo.

También a Benalmádena se dirigía Jessica Roska con una amiga, que se quitaba los vaqueros mientras su compañera la tapaba: "Hemos venido con ropa de verano, pero en Bruselas no hace tanta calor", se reían. Más acostumbrados al clima malagueño estaban Manuel Miranda y Josefa Rivera, un matrimonio jubilado recién llegado de Madrid. "Nosotros llevamos 30 años veraneando en la Costa del Sol. Tenemos un apartamento en Los Boliches (Fuengirola) y ahí pasamos el mes de agosto; antes con nuestros hijos y ahora solos". Del mismo modo, aseguraron que "aunque ahora también existe la posibilidad de viajar en AVE, nosotros preferimos no perder las viejas costumbres".

Para hoy son 325 los movimientos previstos, un 9,4% más que el mismo día del pasado año; y un total de 51.149 asientos, un 10,4% de usuarios más. Mañana, continuará el tránsito continuo y se prevé que se sigan superando los vuelos que se efectuaron en 2009, con 326 aterrizajes y despegues, un 13,6% más, y 52.541 pasajeros, superando las cifras del año pasado en un 18,2%. Para el mes de agosto, según las previsiones de Aena, se estima que se operen un total de 10.825 vuelos entre llegadas y salidas; y un total de 1.752.361 pasajeros, lo que supone un incremento de un 7,9% y un 10,5%, respectivamente, respecto al mismo mes de 2009.

La mayor capacidad de la nueva T3 ha permitido mejorar sustancialmente los datos del verano pasado, en los que la coyuntura económica marcaron unos meses a la baja en el número de vuelos y pasajeros. Y es que las nuevas instalaciones, que costaron unos 320 millones de euros, permiten asistir a 9.000 viajeros a la hora, el doble que antes de su inauguración, y tiene una capacidad para gestionar 7.500 equipajes cada hora gracias a los 179 mostradores de facturación que alberga el edificio. Pero el gran impulso del aeropuerto se producirá con la entrada en funcionamiento de la segunda pista, que si se cumplen los plazos previstos, la obra estará terminada para finales de 2011.

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