Alfredo de Pablos | Presidente de Málaga Accesible

“La accesibilidad no es una cuestión técnica, sino de no discriminación”

  • Defiende el Metro como el medio de transporte más accesible y lo demanda al PTA y al Civil

  • Critica la dificultad de desplazamiento para personas en silla de ruedas en el AVE y el Cercanías

Alfredo de Pablos, momentos antes de la entrevista.

Alfredo de Pablos, momentos antes de la entrevista. / Javier Albiñana

Una poliomielitis cuando tenía apenas un año y medio le dejó graves secuelas de por vida. Pero Alfredo de Pablos es un ejemplo de superación. Pese a que tiene que desplazarse en silla de ruedas, tiene una vida muy intensa. Sea para defender una vida mejor para las personas con discapacidad o más infraestructuras en la sanidad pública. Es el presidente de la Agrupación de Desarrollo Málaga Accesible y de la Asociación de Pacientes con Pluripatologías Crónicas.

–¿Málaga es accesible?

–Depende con qué lo comparemos. Con respecto al resto de las ciudades de España debe estar en el cuarto o quinto lugar en accesibilidad, de bien. Si lo comparamos con lo que exige la ley, no estamos muy bien, hace falta corregir muchísimas cosas.

–¿Por ejemplo?

–Tenemos problemas en la movilidad urbana, en el acceso a los transportes públicos... En general, tenemos problemas en trenes, realmente no existe la accesibilidad. Porque la accesibilidad se refiere a la capacidad de un individuo de ir a un sitio sin necesidad de ayuda. Ni siquiera el AVE tiene esa posibilidad porque siempre necesitamos ayuda para entrar y salir. Tenemos que llamar al menos con 24 horas de antelación para que con un sistema llamado Atendo haya un par de operarios que nos ayuden para acceder. Aparte sólo hay una plaza en todo el AVE. Es increíble, sólo una plaza [para personas que no se puedan mover de la silla de ruedas].

–¿Qué otro déficit?

–Los trenes de Cercanías, dicen que son accesibles y no es verdad. El vagón supuestamente accesible, que es uno sólo, no encaja con los andenes, de manera que o no llega la rampa o está por encima. Queda un hueco que no puede superarlo una silla de ruedas. Pero hay mucho tipos de accesibilidad. Estamos hablando sólo de la accesibilidad física, asociada a las sillas de ruedas, pero hay muchas más.

–¿Que otros problemas de accesibilidad hay aparte de la física?

–Por ejemplo, la de las personas ciegas o con visión reducida. Les impacta mucho el ambiente urbano. En general aprenden los itinerarios. Así que obstáculos que no se esperan para ellos representan un gran problema. La ley dice explícitamente que la línea de los edificios, que es lo que ellos toman como referencia con el bastón, debe estar expedita, sin obstáculos. Pero sistemáticamente se incumple la legislación.

–Y ahora vienen los patinetes....

–Y ahora tenemos los patinetes... en dos ámbitos distintos, estáticos y dinámicos. Cuando son estáticos porque los abandonan en cualquier sitio y suponen un obstáculo y cuando están en movimiento porque son un peligro. Los ciegos representan el 20%, pero el 80% son personas con visión reducida que tú las ves por la calle y no sabes que tienen visión reducida. Pero ellos, quietos no distinguen un patín. Pueden tropezar. Y moviéndose, el que lleva el patinete cree que es la otra persona la que se tiene que apartar.

–¿Y estamos en el cuarto o quinto lugar en España?

–Imagínese cómo está el resto. Y no hablemos de la accesibilidad a los locales. Nosotros en 2017 hicimos una cata estadística de 1.500 locales en Málaga capital y 950 eran inaccesibles. La mayoría sigue siendo inaccesible porque accesible es uno de cada tres. En Málaga más que la accesibilidad, lo que funciona es la opcionalidad. Como es una ciudad grande, si no entras en el local A, entras en el B. No es que sea accesible es que si no puedes ir a un local, vas a otro. Pero en un pueblo es más difícil.

"No he podido ver una película en el cine con mi hija, en los 15 años que tiene, por la falta de accesibilidad”

–¿La accesibilidad es más complicada en los pueblos?

–Muchísimo más, en la provincia es terrible. En Málaga tienes cientos de farmacias, multitud de supermercados... En los pueblos eso se nota más. En cuanto al ocio, en Málaga capital sólo hay un cine realmente accesible que es el Albéniz. Los otros hacen una lectura perversa de la ley. Porque se tienen que habilitar puestos para personas con movilidad reducida a partir de la mitad del cine hacia atrás. Para ahorrarse que la entrada esté por la mitad, los ponen en primera fila. Mi hija tiene 15 años y yo nunca he visto una película con ella porque me tengo que ir sólo a la primera fila. Y ella con su madre se van a la séptima o a la novena, como es natural porque con que sufra uno ya vale.

–Por lo tanto, la falta de accesibilidad limita hasta el ocio...

–La accesibilidad se define como un derecho vehicular. Eso significa que es el que abre el resto de los derechos. Si tengo que ir al trabajo, mi inclusión en esta sociedad depende de un medio de transporte público... Tengo que tener un sistema seguro, fiable, accesible y constante porque si no, no puedo llegar a mi trabajo. Si tengo que estudiar, igual. Y para el ocio, lo mismo. Si no puedo salir de mi casa porque la vivienda no es accesible, si la calle hasta llegar al medio de transporte no es accesible... esos son impedimentos que hacen que yo no tenga una vida en inclusión.

–¿Las personas en silla de ruedas pueden usar el carril bici?

–El Pleno del Ayuntamiento de Málaga nos dio el derecho para usar el carril bici, pero el área de Movilidad, desde la parte técnica, dicen que no. En otras ciudades como Sevilla, Cádiz y mucho más en Europa, donde lo tienen más claro, no hay problema. Aquí está permitido, pero no es una situación claramente legal. Lo cual nos da inseguridad jurídica. En el caso que tuviéramos un incidente en un carril bici, no tendríamos derechos.

–¿La inserción laboral de personas con discapacidad cómo va?

La discapacidad es muy diversa. Hay cinco tipos: física, sensorial, cognitiva, mental y orgánica. Pero en general, estamos 14% por encima de los índices de desempleo que el resto de la población. Pero además, si este colectivo no tuvo acceso a la educación, está en una situación de desventaja para acudir al mercado de trabajo; si el puesto de trabajo no está adaptado, si no hay una oferta adecuada... Además, todavía hay reticencias por parte de la actividad privada, salvo lo que dicta la ley. Las personas con discapacidad cognitiva son los excluidos de los excluidos.

–¿La fisioterapia para personas con discapacidad está bien cubierta?

–No. Ahí tengo que ser categórico. El sistema está preparado para los pacientes agudos. El paciente crónico tiene un problema que se prolonga toda su vida y las acciones rehabilitadoras siempre están asociadas a crisis. Las personas con un problema crónico necesitan una actividad constante de rehabilitación y el sistema no está preparado para ello.

"La torre del puerto, desde el punto de vista estético, no me gusta”

–¿Si tuviera que poner las prioridades para las personas con discapacidad cuáles serían?

La accesibilidad es bastante sencilla, basta con cumplir lo que está legislado. Aquí en Málaga, hay que actualizar la ordenanza que data de 2004 y que todas las áreas y todos los distritos entiendan que cada uno tiene una responsabilidad en accesibilidad; que tienen que cumplir y hacer cumplir la ley en su ámbito. Legislado está, el problema es que no se cumple. La protección legal en el ámbito de la discapacidad está completa, pero la aplicación no llega ni al 20%.

–Participa en plataformas como voz de los pacientes. ¿Están bien tratadas las personas con discapacidad en el ámbito sanitario?

–El problema es que la sanidad está orientada a los pacientes agudos. No está preparada para los crónicos, pese a que es una población que cada vez envejece más.

–Que trata bien el ictus, pero no tan bien las secuelas del ictus...

–Efectivamente. O cualquier patología crónica que requiere una atención constante.

–Participa en diversos movimientos por la sanidad, ¿cuáles son las prioridades?

–En atención primaria, lo primero es más tiempo para el paciente, más capacidad de pruebas diagnósticas y más coordinación sociosanitaria para la atención domiciliaria por parte de todos los profesionales; médicos, fisioterapeutas, enfermeros. En la asistencia especializada está el problema de las Urgencias, que está relacionado con la falta de camas, de medios diagnósticos y de infraestructuras. Además, falta coordinación entre la atención primaria y la especializada y falta atención al paciente crónico. Teóricamente esta última está contemplada, pero después no lo aplica.

–¿Se refiere a los distintos planes de la Junta?

–Sí. El conjunto de acrónimos [de los planes] que tiene la Junta es para llenar tres diccionarios. Pero después esos planes no siempre se aplican. –

Forma parte del Observatorio 2024 que vela porque el nuevo Hospital Regional esté para ese año, como prometió la Junta. ¿Cree que estará para ese año?

–No, no creo. Ojalá, pero no creo.

–¿Defiende la sanidad pública?

–La salud está contemplada como un derecho y ese derecho sólo se puede proteger desde lo público. El sector privado es lícito y tiene muy buenos profesionales, pero allí es un negocio. No es que sea mala la sanidad privada, pero es que en general, a través de las pólizas, elige al paciente. Los pacientes crónicos difícilmente tienen póliza porque los rechazan directamente. Yo tengo privada porque he sido funcionario. Pero si no fuera funcionario, no la tendría nunca porque no soy negocio.

–¿La torre del puerto qué le parece?

–Desde el punto de vista estético no me gusta, evidentemente.

–¿Metro al PTA o al Civil?

–Uy. Ahí te doy mi opinión personal. En movilidad es importante atender a la población especialmente vulnerable. Por ejemplo, el Hospital Clínico tiene cuatro líneas de autobuses y una de Metro que dejan en la entrada. El acto médico empieza en la casa del paciente, hay que facilitarle la movilidad. Cualquier cosa que facilite la movilidad a la población para mí es positiva. Por eso me gustaría que hubiera Metro al PTA y al Civil. Desde el punto de vista de la accesibilidad, casi no se le puede poner nada en contra al Metro, es el mejor medio de transporte de Málaga en cuanto a accesibilidad; es totalmente accesible. Y además, en el Metro están preocupados realmente por la accesibilidad.

–¿Algo que quiera añadir?

–Me gustaría destacar la importancia que tiene la accesibilidad porque es un indicador de calidad. Nosotros [las personas con discapacidad] somos como el pajarito del grisú en las minas de carbón. Somos los que primero nos damos cuenta si el entorno no es adecuado y eso sirve para toda la población; niños, personas mayores, embarazadas, personas que cargan cosas. Creo que aportamos, aparte del trabajo individual, ese valor añadido de ser vigilantes de la confortabilidad y de la calidad de vida de Málaga. La accesibilidad no es una obligación ni un problema, sino un derecho de todo el mundo a estar cómodo.

–Una persona normal se da cuenta de las barreras arquitectónicas cuando por ejemplo va con el carrito de la compra...

–Sí, pero lo que para ti es una incomodidad, para mí es una imposibilidad. Por eso es importante que la gente entienda, sobre todo en el ámbito privado de locales de concurrencia pública, que la accesibilidad no es un gasto. Es una obligación legal, de justicia porque es ayudar a que no haya personas discriminadas. La accesibilidad no es una cuestión técnica sino de no discriminación.

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