Con dolor y consternación. Así están los vecinos del conocido núcleo de la marcha verde, en Torremolinos. Una de sus vecinas, Ana Isabel G. M., natural de Burgos, fue asesinada a manos, presuntamente, de su pareja, como adelantó ayer el diario Sur. La víctima, de 47 años, presentaba un profundo corte en el cuello. Fue encontrada en el salón de su domicilio de Torremolinos, en el número 6 de la calle Decano Miguel Marengo, por sus padres que dieron aviso al sistema Emergencias 112. El suceso ocurrió sobre las 21:30 del miércoles. "Ana era muy querida y nadie se cree lo que ha pasado. Era una pareja normal, paseaba a su perro y saludaba", relató una vecina.

El padre de la víctima, Antonio González, relató que esa mañana se encontraba en la vivienda donde ocurrió el hecho. Vivía en casa de su hija desde hace un tiempo ya que, al parecer, tras llevar unos siete años de relación, hacía casi uno que la pareja no convivía junta pero mantenía una buena relación. Según fuentes cercanas al caso, la separación pudo ser el motivo por el que el hombre, informático de profesión, presuntamente degolló a la mujer. Tras cometer el crimen, tomó pastillas con la intención de quitarse la vida. La pareja no estaba casada aunque él tiene dos hijos de una relación anterior. A pesar de terminar la relación, él iba a visitarla a la casa, algo que "era normal". Las investigaciones apuntan a que acudió con la intención de "recoger unos papeles" y portaba un arma blanca. Otras fuentes indican que tenía pensado hacerlo porque esperó a que Ana estuviera sola. También precisaron que llevaba dos años parado y que pudo ser el motivo de la ruptura.

Los vecinos califican a la pareja de "normal" y no habían escuchado ningún tipo de "discusión" o "bronca" en el piso, que compartieron durante tres años. Una mujer del mismo bloque comentó que Ana "era muy buena gente, amiga de sus amigos" y no se explicó cómo ha podido suceder el desgraciado hecho. Otra vecina agregó que era muy querida en el colegio donde trabajaba. "Los niños la adoraban". Respecto a su pareja, un vecino señaló que era abierta, se lo encontraba en la plaza paseando al perro y que le saludaba. "Se relacionaba con la gente y nunca escuché ni una bronca".

La Policía Nacional detuvo al hombre en el Hospital Clínico Universitario donde permaneció ingresado bajo custodia policial. Otras fuentes cercanas al caso afirmaron que el presunto autor confesó el crimen al personal sanitario. Los agentes peinaron tanto la casa como la zona para encontrar el posible instrumento del delito.

Ana era profesora de inglés de Primaria en el colegio Mar Argentea, en Torremolinos, desde hacía cuatro años. La directora del centro, Francisca Pecharromán, declaró que el profesorado se encuentra consternado y que aún no habían asimilado la noticia. "No hay palabras para decir lo que ha pasado. Ha sido horroroso, inconcebible". La mujer era extrovertida, "muy divertida con los alumnos y muy querida". Pecharromán explicó que todavía no habían comunicado la noticia a los estudiantes. "Algunos han preguntado por ella pero les hemos dicho que está enferma". La directora comentó que un grupo de psicólogos procedentes de la Delegación de Educación acudió al centro para atender a profesores y alumnos. Una madre de una estudiante resaltó, entre lágrimas, que la docente era "una mujer extraordinaria" a lo que añadió: "No hay derecho que la hayan matado". El colegio, al igual que todos los centros educativos de Andalucía, guardará a las 12:00 cinco minutos de silencio en su honor.

Asimismo, ayer, en las puertas del Ayuntamiento de la localidad, representantes políticos y vecinos guardaron un minuto de silencio para expresar su repulsa y pesar por la muerte de Ana.