Aquella frase que durante años sirvió al puerto malagueño para publicitarse: "Atracado a cinco minutos del centro de la ciudad", se hará realidad esta semana con la inauguración y puesta en funcionamiento de la estación marítima para buques de crucero del muelle número dos.

Integrada en el Palmeral de las Sorpresas y concesionada a Cruceros Málaga por un periodo de 30 años, esta edificación volverá a traer a buques turísticos al muelle del Marqués de Guadiaro, un muelle que durante muchos años estuvo considerado por el sector crucerístico internacional como el segundo más atractivo del mundo para el atraque de este tipo barcos de turistas.

Con 859 metros cuadrados útiles divididos en dos plantas (zona inferior de recepción y zona superior de tránsito), la nueva estación marítima atenderá a barcos de pequeño y mediano porte, no pudiendo atracar en este muelle, junto al nuevo edificio, buques que superen los 200 metros de eslora o que transporten a más de 500 pasajeros.

Teniendo en cuenta estas limitaciones, las cuales vienen dadas por las diferentes actuaciones realizadas en los mulles adyacentes a dársena de Guadiaro en los últimos años (quizás la mayor limitación para el atraque de buques de mayor eslora se deba al uso como puerto deportivo de parte del muelle número uno), la nueva estación marítima se centrará en un mercado muy exclusivo de buques, unos barcos que muy bien podrían denominarse como de alta gama y que completarán a la perfección la oferta crucerística del puerto malagueño.

Atendido el conjunto de esta instalación por cinco personas adscritas a Cruceros Málaga, más dos empleados que serán los encargados de mover la innovadora pasarela de pasaje que también se estrena esta semana, la nueva estación marítima pretende captar un tráfico de cruceros de gran lujo, un sector compuesto por pequeños barcos con pocos pasajeros que hasta ahora suponían al año en el puerto de Málaga entre un 15 y un 19% del total de buques turísticos llegados y que simultaneaban sus atraques en los muelles de levante con barcos mucho más grandes y altamente masificados.

Con una previsión que podría alcanzar las 35 escalas hasta finales del presente año (de momento sólo con pasajeros en tránsito), la nueva estación marítima del muelle número dos volverá a poner a los exclusivos turistas que por ella transiten a cinco minutos del centro de la ciudad.