Hace ahora poco más de un mes, el Ayuntamiento de Málaga anunció la puesta en marcha de un ambicioso plan en materia de movilidad con el que potenciar el uso de las bicicletas y de los vehículos de movilidad personal (VMP), con especial protagonismo para el patinete eléctrico, en las grandes arterias de tráfico de la ciudad. La apuesta municipal se deja ya ver en buena parte de los viales sobre los que se pretendía actuar, pero sigue ausente en el eje del Paseo del Parque y la Alameda Principal. Y por lo que parece habrá que seguir esperando algún tiempo para que la medida sea efectiva en este trazado, de enorme valor por su localización geográfica y por el simbolismo que tiene en el esquema viario de la capital. 

Así lo confirmó el concejal de Movilidad, José del Río, al ser preguntado por este periódico. De acuerdo con las explicaciones del edil, la pretensión de ir adelante con las medidas anunciadas en estas dos avenidas sigue adelante, pero se ignora el momento exacto en que se materializarán.

¿Cuáles son las razones que hay detrás de la paralización de esta parte del plan? Según Del Río, el principal motivo hay que encontrarlo en las conversaciones que mantienen Movilidad y la Gerencia de Urbanismo a la hora de señalizar la reserva de uno de los carriles de la Alameda para el uso exclusivo de bicis y VMP. Un detalle al que sumar el incremento que en las últimas semanas está teniendo el tráfico en la ciudad, como consecuencia de la reducción de las restricciones en las actividades económicas. Una circunstancia que puede provocar una variación en el modelo inicial previsto.

Hasta que no se resuelva esta cuestión, según admitió Del Río, no se intervendrá en este escenario de la ciudad, objeto en los últimos meses de una evidente transformación urbana que ha propiciado un incremento sustancial del espacio destinado al peatón en sus alas norte y sur. Y, como consecuencia de ello, la opción manejada para el Paseo del Parque también se ve ralentizada.

El plan municipal apuesta por delimitar dos de los carriles del Paseo del Parque, uno por cada sentido de la circulación, (entre Plaza General Torrijos y la Plaza de la Marina), como compartidos para bicis, VMP y vehículos privados. Para garantizar una convivencia adecuada entre los diferentes modos, la velocidad máxima estará limitada a 25 kilómetros por hora. En el caso de la Alameda, el objetivo es dejar un carril exclusivo este-oeste para bicis y VMP, a lo que se suma otro carril en sentido oeste limitado a 25 kilómetros por hora. 

La demora en el impulso de estas medidas de movilidad sostenible viene a coincidir, además, con una cierta normalización de las intensidades diarias de tráfico. El escenario original de la iniciativa estaba marcado por una elevada reducción del tráfico en la ciudad, de hasta el 80% en algunos de los principales ejes. Pero conforme la capital ha avanzado en el proceso de desescalada diseñado por el Gobierno central, las intensidades diarias han empezado a crecer. 

El propio Del Río, en la rueda de prensa en la que dio a conocer los detalles de la estrategia del equipo de gobierno, ya apuntó que se trataba de acciones de carácter temporal, si bien incidió en que la vocación es que sea "definitiva y permanente". Algo que en buena medida dependerá del comportamiento del tráfico en los próximos meses, sin descartarse, por tanto, una vuelta atrás en las propuestas en el caso de que se produjese una situación de saturación o "colapso" en la circulación.