Málaga

El Ayuntamiento de Málaga dispone de casi 49 millones de superávit para luchar contra los efectos del coronavirus

  • Exige al Gobierno central poder hacer uso de este ahorro sin condiciones y sin límites

Carlos Conde, Francisco de la Torre y Susana Carillo, en la presentación del Presupuesto de Málaga para 2020.

Carlos Conde, Francisco de la Torre y Susana Carillo, en la presentación del Presupuesto de Málaga para 2020. / Javier Albiñana

Tras varias semanas de trabajo en el Ayuntamiento de Málaga, el equipo de gobierno ha dado a conocer este lunes que dispone de cerca de 49 millones de euros para redoblar el esfuerzo que ya está realizando en el combate social y económico contra el coronavirus. Esta es la suma resultante del ahorro presupuestario del año 2019, según ha informado el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Conde, en una rueda de prensa telemática.

Sin embargo, la posibilidad cierta de ir adelante con los planes diseñados por el Ejecutivo local se topan de frente con la renuencia del Gobierno central a autorizar que tanto el Consistorio como el resto de ayuntamientos españoles puedan hacer uso libremente del superávit obtenido. Una cuestión que resulta indispensable para que desde la Casona del Parque se afronte la respuesta necesaria a un creciente número de familias necesitadas. 

"Tenemos la posibilidad de usar ese dinero siempre y cuando el Gobierno permita ese uso de manera incondicional y sin limitación, sin la regla fiscal que a día de hoy encorseta la gestión del Ayuntamiento", ha explicado Conde, quien ha recordado que a finales del pasado mes de marzo el alcalde, Francisco de la Torre, remitió una carta a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que sigue pendiente de contestación.

De acuerdo con la tesis del concejal, el objetivo es que ese ahorro "pueda ser usado convenientemente en cuestiones que ahora nos desbordan". "Queremos seguir completando y reforzando las políticas sociales y de protección de quienes peor lo están pasando en la actual crisis sanitaria. Y anticiparnos en la reactivación económica", ha enfatizado, subrayando también la necesidad de garantizar la prestación de los servicios públicos actuales “que ahora se ven azotados por una bajada progresiva de los ingresos”.

Conforme a las actuales directrices marcadas por el Gobierno central, el Ayuntamiento sólo podría destinar un 20% de su superávit a gasto social, lo que se traduce en unos 8,5 millones. “Eso nos llevaría a concluir que el resto, 39,8 millones, tendrían que destinarse a amortización de deuda”. Un paso que, a juicio de Conde, no sería entendible por la mayoría de vecinos de la capital.

Sobre la situación económica del Consistorio, el edil ha subrayado su buen estado de salud, siendo el segundo de los grandes ayuntamientos del país con menor endeudamiento y habiendo amortizado hasta 400 millones de euros de deuda en los últimos años. "Y a pesar de ello se nos obliga a que 40 millones vayan a amortización habiendo una necesidad de respuesta inmediata" ha insistido.

Preguntado por la posibilidad de que una parte de este remanente positivo pueda ser empleado en el impulso de un plan de infraestructuras en la capital, no lo ha descartado, aunque ha recordado que debido a la incidencia del Covid-19 sobre los procedimientos administrativos, buena parte de las actuaciones contempladas con las Inversiones Financieramente Sostenibles aprobadas a finales del año pasado están pendientes de licitación. Un plan dotado de unos 30 millones y que, a su juicio, "puede reactivar enormemente ese sector".

Al tiempo, ha informado de que desde hace días las áreas municipales y organismos están analizando sus previsiones de ingresos para los próximos meses, en el objetivo de reprogramar aquellos gastos que no sean indispensables o no se vayan a ejecutar. Una labor que permitirá la reprogramación de algunas partidas recogidas en el Presupuesto de 2020. En cuanto a la posible desaparición de inversiones concretas, el concejal ha hablado que los proyectos de ciudad se mantendrán, aunque con una previsible modificación de los calendarios de gasto.

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