Municipal

El Ayuntamiento de Málaga quiere que más de la mitad de sus vecinos beba agua del grifo

  • Emasa rebaja a un 32% los que lo hacen ahora; un 62% prefiere comprarla embotellada 

  • "La gente no sabe o no tiene información de la calidad que tiene el agua de Málaga", dice Del Río

Imagen del alcalde sirviendo agua al concejal de Sostenibilidad Ambiental y al gerente de Emasa.

Imagen del alcalde sirviendo agua al concejal de Sostenibilidad Ambiental y al gerente de Emasa.

El Ayuntamiento de Málaga asume la necesidad de revertir la evidente desproporción entre los malagueños que la actualidad beben agua procedente del grifo, apenas un 38% de total, de aquellos que optan por comprarla embotellada, un 62%. Los datos manejados por la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) ponen de relieve una desafección ampliamente mayoritaria entre los consumidores a la hora de consumir el agua tratada en la planta del Atabal.

Ante esta situación, el objetivo que busca alcanzar el equipo de gobierno del PP con la nueva campaña de información sobre el agua de la ciudad no es otro que lograr que "al menos podamos superar el 50% de personas que beben agua del grifo". Así lo expuso el concejal de Sostenibilidad Ambiental, José del Río, para quien la tendencia de los malagueños a comprar el agua envasada puede estar relacionada con la falta de información sobre el producto.

"Tengo claro que la gente todavía no sabe o no tiene información de la calidad que tiene el agua de Málaga; es una de las bases que tiene esta campaña", recordó el edil del PP, para el que es sustancial "mentalizar a la gente, porque creo que no sabe de verdad la calidad que tiene". En este marco de comunicación, la idea es que Emasa aporte dar datos del laboratorio que vienen a confirmar las bondades del líquido de la ciudad.

A modo de ejemplo, Del Río aseguró que mientras un agua embotellada "puede durar mes o mes y pico dentro de la nevera antes de perder su calidad, el agua del Ayuntamiento metida en una jarra de cristal dura meses y meses sin alterar la calidad".

Respecto a la percepción de muchos de los vecinos reacios a beber agua del grifo, el concejal admitió que al tratarse de un agua blanda eso puede provocar que su sabor sea distinto. "Al estar más tratada puede resultar menos agradable de tomar pero la calidad que tiene es mayor", apostilló.

"Hay que concienciar a la gente de que tiene que consumir agua de una calidad como la que tenemos; es absurdo tener que comprar agua embotellada, en plástico", comentó. Uno de los argumentos puestos sobre la mesa el pasado lunes por el alcalde, Francisco de la Torre, en la presentación de la campaña, que se alargará apenas una semana, dada la coincidencia con las fechas electorales, fue el económico.

De acuerdo con los datos expuestos, mientras un litro de agua del grifo de Málaga vale del orden de 0,0019 euros, (IVA incluido) uno del agua embotellada "más barata" puede estar en 0,19 euros, cien veces menos. El coste de la campaña se eleva a unos 40.000 euros, incluyendo cuñas en radio y anuncios en prensa y televisión.

Pero la misma va a ir acompañada de otra directamente con los restaurantes y bares de la capital, en el sentido de hacerlos partícipes de la promoción del agua de la ciudad. Para ello, se facilitará a los negocios jarras "para que en lugar de tender al agua embotellada pueden recordar que el agua de Málaga tiene una calidad especial; se trata de recordar a los malagueños que el agua de grifo vale la pena usarla, con toda confianza", defendió el regidor. En el salto cualitativo en el agua de Málaga fue clave la construcción de la planta de El Atabal, con una inversión final de unos 66 millones de euros. Las instalaciones fueron puestas en marcha hace ahora casi catorce años.

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