Apenas diez días después de que la Junta de Gobierno Local aprobase inicialmente la propuesta del Ayuntamiento de Málaga para delimitar como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) un buen número de calles del Centro histórico y El Romeral por superarse con creces los límites sonoros permitidos, el equipo de gobierno del PP da marcha atrás. Por medio de una nota informativa, el Ejecutivo local acaba de comunicar que se adopta esta decisión en el interés por abrir un periodo de debate sobre esta medida, que cabe recordar contaba con el rechazo taxativo de los vecinos afectados. Para ello, el área de Sostenibilidad Ambiental ha apuntado la intención de convocar una mesa conjunta que reunirá a vecinos, hosteleros y grupos políticos con el fin de alcanzar el máximo consenso posible sobre medidas concretas, zonas y calendarios de aplicación.

“Esta decisión se produce después de la finalización del plazo para la presentación de enmiendas por parte de los grupos de la oposición, previo a su aprobación inicial en la Comisión de Medio Ambiente y Sostenibilidad, y en Pleno del mes de febrero y en el que no se han presentado propuestas concretas para la modificación de las medidas de protección recogidas por el documento”, se apunta en la nota.

El concejal del ramo, Raúl Jiménez, ha explicado que el objetivo es lograr “el mayor consenso que sea posible, trabajando con los colectivos y las asociaciones implicados”. “La idea es crear, aunque ya lo dice la regulación de las zonas acústicamente saturadas, una mesa transversal en donde participen todos los implicados, asociaciones de comerciantes, asociaciones de vecinos y áreas municipales y también los grupos”, ha apuntado.

“Queremos una gran reunión en la que todos estemos presentes y en la que se hagan propuestas concretas, entendiendo que las enmiendas recibidas, que sólo han sido del Grupo Málaga Ahora y Málaga Para la Gente, no han concretado, y no hemos recibido enmiendas ni de Ciudadanos ni del PSOE”, ha continuado Jiménez, para quien la declaración de ZAS “es una decisión de calado, en la que todos los implicados deben decir algo”. Otro de los objetivos es obtener un informe de la Secretaría General del Ayuntamiento para resolver las dudas que han planteado algunos colectivos sobre el procedimiento.